7. Proyectos de cómics creados este trimestre

Aquí tenéis una muestra de vuestros cómics:

1)
2)

7. Proyectos realizados

PRIMER TRIMESTRE:

De este primer trimestre tenemos proyectos muy interesantes sobre historias originales basadas en elementos narrativos.
Aquí tenéis algunos ejemplos.

1) Proyecto: AMIGOS DE VERDAD


AMIGOS DE VERDAD



Capítulo 1





Una mañana más como cualquier otra. Me levanto, desayuno y preparo los libros para ir al instituto. Mi madre me riñe porque llegaré tarde un día más. Ahora es cuando finjo darme prisa para que deje de regañarme, bajo las escaleras corriendo y salgo sin cerrar la puerta mientras mama sigue diciendo:



Cuando vuelvas, inmediatamente a ordenar el salón.



Ordenar el salón. Es algo que tengo que hacer todos los días después de jugar con Meow, mi gato. Lo único interesante que hacer por las tardes después del instituto es inventarme historias heroicas con él como protagonista. Alguien pensaría que estoy loco o que soy muy infantil, pero como no tengo amigos, para mi es algo que me agrada y entretiene. Justo ayer conseguimos superar la prueba para convertirse en “héroe”, fuimos al estanque detrás de la casa y lance todo el paquete de galletas con forma de pescado, entre ellos estaba el “Señor del Lago”, la galleta de chocolate. Esas galletas desprenden un olor agradable para los gatos, a si que atrajeron a los gatos de los vecinos. Me lo pase en grande viendo como Meow intentaba conseguir la galleta de chocolate. Al final le eche una mano y se la acerque. Haciéndole a él ganador de “La Gran Prueba”.



Luego de eso le prepare en el salón algo parecido a un banquete junto con los otros gatos, les puse leche y las sobras de pescado de la noche anterior. A mama no le molesta que entren en casa los gatos de la señora Smith y la señora Adams porque son amigas de toda la vida, y un dato aun más importante, mi madre es fanática de los gatos.



Estoy deseando que acabe la mañana para ir corriendo a casa a jugar con Meow.





Capítulo 2




Es un lago enorme y bello, de un azul abrumador. Brilla con el sol en lo alto del cielo. La cascada, al fondo del lago, emite el sonido tranquilizador del agua al caer. Estoy nervioso y me dispongo a mirar mi reflejo en el agua, mientras los demás participantes se preparan el cual yo llevo preparando desde hace tres días. A veces soy muy exagerado pero es mejor así.



Venga Meow no te pongas nervioso ─ Me dice la divinidad. Por si no la conocéis, es la voz que me habla desde que soy un bebé. Ella siempre me intenta ayudar y eso hace que nunca me sienta solo.



Es imposible que no esté nervioso, participa el excampeón Lancelot, el chico que vive dos casas de la mía, y el pescadero Arturo, a cual dicen que es el favorito este año. No tengo posibilidades─ dije.



¿Eso acaso importa? Tú eres Meowstic Di france, el elegido por la divinidad.



Si tú lo dices...



La Gran Prueba” está a punto de comenzar, El juez está llamando a los participantes mientras me dirijo hacia mi posición asignada. Nuestra prueba consiste en seleccionar a un nuevo héroe cada diez años, el contenido a superar en la prueba cambia depende de la época del año. Ahora estamos en verano y la prueba que nos ha asignado el Mayor Helvin, es la captura del “Señor del Lago”, la criatura gigante que habita en el lago de la ciudad con el tamaño de un cíclope de los antiguos mitos. Se saben muy pocos datos de esa “criatura”, se dice que tiene muchos colmillos, tan largos y afilados como los estoques de los caballeros de esgrima, una larga cola como la estela de las estrellas fugaces y se mueve tan rápido como el rayo. Pensado como un enemigo temible por los grandes sabios del pueblo.



Me asombro al girar la cabeza hacia mis compañeros, no están nerviosos y no solo eso, presentan más confianza de antes. Escucho el pitido inicial y me lanzo al agua. Al tocar el agua, empiezo a notar que está helada, como un gélido carámbano de las cuevas más frías del polo. Me mantengo a flote y busco con la mirada a mi presa, o debería decir, mi cazador. La criatura se encontraba delante de mí, a un par de olas de distancia, al verla de cerca puedo comprender lo tan majestuosa que es, las almohadillas de mis extremidades empiezan a sudar, a pesar de la temperatura del agua. Me doy cuenta que estoy aterrado. No sé qué hacer. El pelo mojado me dificulta el movimiento, las olas me impactan en la cara mientras lucho por respirar. Puedo ver a Lancelot con su estoque parando alguna de las agujas de semejante bestia, parece una batalla a iguales hasta que la criatura le asesta un coletazo que lo desarma, haciendo que su arma se hunda en el fondo del lago.



Me dispongo a hacer algo y comienzo a nadar hacia el objetivo. Mientras me acerco veo como Arturo está combatiendo lo en este mismo instante, pero algo ha cambiado, la bestia esta enloquecida. Arturo está en problemas. Tengo que ir a salvarlo pero... Tengo miedo. No puedo hacer nada.





Capítulo 3




Estoy en el aire. Estoy cayendo hacia “el pez”. No entiendo nada hace un momento me encontraba luchando por poder nadar para salvar a Arturo. Ahora me encuentro cayendo empicado. Mágicamente he llegado hasta aquí.



¡Ayuda!─ dice Arturo.



A continuación saco mi estoque, este, roído y viejo, es lo único que tenía en casa que me pudiera servir. Por la fuerza de la gravedad consigo clavarle mi hoja en la espalda. Este se enfurecido aún más, comenzando a zarandearse de un lado a otro intentando deshacerse de mí. Yo me aferro a mi espada con todas mis fuerzas, pero la fuerza del animal es grotesca y termino despedido por los aires. Mientras vuelo, puedo ver como Arturo consigue escapar gracias a mi distracción, pero también puedo ver cómo viene hacia mí la criatura más terrorífica que he visto en mi vida.




***



Vamos Meow, despierta─ dije entusiasmado ─Tenemos que seguir jugando. No creo que me entienda pero aun así le hablo, mi madre muchas veces me dice que no tengo remedio, pero no me importa. Oh, Meow por fin se levantó. ─Bajemos al salón allí podremos jugar mejor, quédate allí mientras cojo el desayuno y lo preparo todo.



Mientras bajo las escaleras, me doy cuenta de que ayer con las prisas, deje tirado el abrigo en el suelo. Me dispongo a recogerlo. Lo cojo y noto algo en el bolsillo del abrigo. Es la gomilla del pelo de Susie. ¿Qué quién es ella? Mi novia, por supuesto. Soy un tipo bastante atractivo después de todo. Ahora después iré a devolvérsela.



Mi gato es muy bueno y obediente, y siempre me hace caso, es por eso que nunca me preocupo de que pueda escaparse o destroce el salón. Hoy lo voy a recompensar con un extra de leche, seguro que se pone súper contento. Me dirijo al salón y lo observo, está lamiéndose la patita. A veces pienso, que es demasiado mono. Le dejo el desayuno y me siento en el sofá a mirarlo fijamente. Cualquiera que me viera hacer esto, pensaría que estoy enamorado de él, comienzo a reírme solo. De verdad, no penséis que estoy loco.




Capítulo 4



Hace una noche fantástica. La luna esta en lo alto brillando intensamente. Si creyera en las historias que cuentan los sabios, tendría miedo de ser comida de un hombre lobo. Aunque después de ver a aquella criatura del lago, me creo cualquier cosa. No solo todavía sueño con aquel miedo que sentí cuando se dirigía hacia mí, si no, me quede más impactando viendo como la criatura se partió en dos por arte de magia. Ni que decir tiene, que aquello me salvó, y por otra parte hizo que la gente pensara que yo lo había hecho. Claro es de locos pensar que se murió solo. Me he llevado toda la gloria, pero definitivamente no hice nada.



Meow, ¿Por qué estas triste?─ Me preguntaba la divinidad, que novedad ¿no?



Ahora con quién menos quiero hablar es contigo, seguro que tienes algo que ver con lo que paso esta mañana ─ No lo pienso de verdad, pero no recibo respuesta, a si que eso me hace dudar, pero cuando voy a preguntar de nuevo me interrumpe una voz llamándome desde el banquete. Dejo la cosa estar y me dirijo ha cenar. ¡Qué hambre!




***



¡Ding, dong! Así suena la puerta de la casa de Susie. Quiero ver cómo reacciona cuando me vea con la gomilla. Seguro que se pone muy contenta. Escucho los pasos a la puerta, suenan más de los típicos pasos, mínimo hay una persona más. Rectifico, una no, varias. Cuando se abre la puerta puedo verlo claramente, era una fiesta y Susie, mi propia novia no me había invitado. Delante de mí hay un chico bastante alto, y de su brazo está agarrada Susie. Que está un poco borracha.




Mira, es el rarito ─ dice el chico mientras me señala riéndose.



Hola Jack ─ Me dice Susie.



Susie, ¿Qué es todo esto? ─ Le pregunto ─ ¿Por qué no me has invitado a la fiesta?



No necesito invitar a aburridos como tú… ¡hip!... Estoy harta de que hables todo el rato de tu gato. Este chico me trata mejor que tú. Adiós Jack, que te vaya bien con tu gato.



Y se cierra la puerta. Me quedo en el mismo sitio, intentando asimilar lo que había pasado. Esto quiere decir que hemos roto, así de repente, como si nunca hubiera sido nada. De pronto se me llenan los ojos de lágrimas. Pensaba que de verdad disfrutabas escucharme hablar de mi gato. Sin embargo esto es lo que ella pensaba de verdad. No la conocía tanto como pensaba, estaba tan obsesionado con Meow que no me he dado cuenta.




Capítulo Final




He perdido a mis amigos y mi novia por ese gato. ¿Por qué mama tuvo que comprarlo? Si nunca lo hubiera comprado no hubiera pasado esto. Saco la llave y la meto en la cerradura. Está echada a sí que mama no está en casa. Allí esta tranquilamente en el peldaño de la escalera, donde normalmente me espera cada día. Me voy directo hacia él y le pego una patada con todas mis fuerzas.



Estoy muy cansado. Me dirijo al salón. Me siento, y enseguida me quedo dormido. Mama me despierta histérica. Y me lo dice, Meow no está. Lo más probable es que se escapará por aquella patada.



Ahora mismo iré a buscarlo mama, no creo que este lejos.



No sé cuántas horas llevaría dormido pero ahora está lloviendo. Cojo el paraguas y salgo. Tras buscarlo durante horas, no lo encuentro y me frustro. Si tan solo no le hubiera dado esa patada. Pero pienso en Susie, y me pongo a llorar. Estoy entre la desesperación, el arrepentimiento y congelado de frío.




***

Este pescado esta delicioso. Bueno después de este banquete creo que será mejor volver. Pero… ¿Qué es eso? Detrás de mi hay un cancerbero, esa criatura mítica de las que hablaban los sabios. Sus tres cabezas ocupan todo el espacio. No tengo opción de escapar. Mientras decido que hacer, la criatura mitológica se va acercando cada vez más con cara de pocos amigos. Me pregunto si me habré comido su cena.



Empieza a pasar algo extraño. La criatura se está dividiendo. ¿Qué? Ahora son tres perros. Todo a mí alrededor está empezando a cambiar. Pero hace un momento estaba en las inmediaciones del comedor del ayuntamiento principal. No entiendo nada. Sin previo aviso los perros callejeros se abalanzaron sobre mí.




***

Y allí lo veo, tirado en el suelo. O a lo que queda de él.



¡Y todo por pensar que era culpa tuya! ─ digo maldiciéndome a mí mismo y gritando desconsoladamente sin poder dejar de ver el cuerpo sin vida, de el que fue mí único amigo de verdad.


2) Proyecto: LA NOCHE QUE LA LUNA SALIÓ TARDE
 
LA NOCHE QUE LA LUNA SALIÓ TARDE

Capítulo 1: Él

Eran las 7 en punto cuando apagué el despertador, hacía una mañana fría de noviembre en Estepona. Era viernes, y salté de la cama dispuesto a acabar rápidamente con el día. Cogí la ropa que había preparado el día anterior, y entré al cuarto de baño en calzoncillos, estaba helado, así que encendí el viejo calefactor. Me miré al espejo y empecé a poner posturas de modelo, para luego acercarme más, ver las imperfecciones y dejar de mirarme. Traté de ducharme rápidamente antes de que el calefactor se apagase solo, cosa que ocurría siempre porque al ser antiguo, funcionaba con una resistencia que debía enfriarse a cada rato. Fue imposible salir a tiempo por culpa de la temperatura del agua, que al mover el grifo medio centímetro hacia la derecha, salía helada, y parecía venir de Mordor si lo movía medio centímetro a la izquierda.

Me sequé pasando frío y procedí al secado de pelo, así que cogí el pequeño secador, que era perfecto para mí, así como no lo era para cualquier otra mujer, que necesita un reactor de avión para secarse el pelo. En esto las mujeres no escatiman en precio ni calidad, al igual que sus productos de belleza y geles. Una vez vestido y peinado, me puse las lentillas para ver el resultado final, cada día era una sorpresa. Volví a poner caras al espejo y miré la hora. Se hacía tarde y salí directo a la cocina.
El desayuno consistió en un vaso de leche bien fría con exactamente 8 galletas y un cruasán de chocolate calentado 5 segundos en el microondas, por que así queda crujiente por fuera y caliente por dentro, que contrastando con la leche fría crea un efecto delicioso. Esto debe ser lo que llaman “los pequeños placeres de la vida”. Al acabar, salí de la cocina rápidamente en dirección al cuarto de baño para entrar antes que mi padrastro, que es capaz de estar media hora en el baño, es curioso como nos miramos cuando sale del servicio, pues yo huelo perfectamente lo que ha ocurrido y él rehuye la mirada y sale rápidamente. Aguantando la respiración, me lavé los dientes y la lengua y salí a hacer mi cama y a coger la mochila.

Puse rumbo al instituto, con los auriculares puestos para evitar el contacto con cualquier persona y ruido. Una vez en la clase, esperé paciente y atento a que pasaran las tres horas que me se separan de lo que realmente me importaba. La sirena del recreo nunca había tardado tanto en sonar, pero al fin lo hizo y pude salir al patio, cerca de ella.
Podía verla de nuevo, su mirada acomodada sobre dos nubes rojas que de vez en cuando se dirigía a mí, yo trataba de que no me viera admirándola, pero no podía parar, su piel tostada acababa en unos labios de caramelo, su pelo parecía haber cogido el color de las hojas otoñales, que caían hasta los pechos. Su cuerpo, aunque fuera de los cánones de belleza, se veía hermoso y equilibrado. Y es que no concibo el paso del tiempo si no es por ella, porque cada día es más guapa.

Trataba de no atender al pequeñísimo detalle de que ella tenía novio. Parecían quererse mucho mutuamente aunque él era un capullo, lo conocía de algunos amigos en común y lo cierto es que era un bocazas. Yo me consideraba mucho mejor que él, obviamente , estaba celoso. Esperaba el día en que se separasen para poder decirle lo que sentía a María, pero ese día parecía que nunca iba a llegar…
Mientras no la estaba mirando, hablaba con mi cada vez más pequeño grupo de amigos, esto es así porque pocos sobreviven al instituto, y los que aún quedan han repetido. Es como un filtro que atrapa a los que un día fueron mis mejores amigos. Yo no era muy popular, ni trataba de serlo, aunque me gustaba pensar que si me conocían era por bueno. Hablábamos sobre todo de nuestras penas como estudiantes, maldiciendo a profesores y a todo lo que nos mandaban hacer. También tratábamos de reír un poco para amenizar el día, desde vídeos extraños de Internet hasta bromas, sobre todo sexuales, entre nosotros. Entre risas y miradas lujuriosas (o acosadoras) acabó el recreo, todos volvimos a clase. De nuevo pasaron tres horas en las que se notaba que era viernes.


Capítulo 2: Ella

Como siempre, me quedé dormida. Me desperté a quince minutos de la hora de entrar a clase, a si que me levante de la cama, cogí la ropa y corrí lo más rápido que pude; mientras me ponía el pantalón me lavaba los dientes y mientras me ponía la camisa me calzaba los zapatos, a cualquier persona le podía parecer imposible pero creo que yo ya lo hacía sincronizadamente.
Antes de salir del baño, me maquillé lo más rápido que pude aunque estaba claro que en echarse rimel no se tarda mucho. Volví al cuarto a hacer la cama y en cuanto terminé me dirigí a la cocina a tomarme el vaso de zumo que me dejó mi madre antes de ir a trabajar, es lo que suelo tomar por las mañanas ya que no me gusta comer nada desde muy temprano, mi estómago no esta despierto aun; por último me puse el abrigo, cogí la mochila y me di el último visto bueno en el espejo que tenemos en el recibidor. Salí lo más rápido que pude del edificio y me puse en marcha, como de costumbre, bastante acelerada.

Por suerte, vivo prácticamente al lado del instituto a si que no suelo tardar mucho en llegar, el problema son las pesadas escaleras que están en la entrada, que entre el frío, el sueño y toda la gente que sube, no son muy agradables de buena mañana. Mi clase está casi en la otra punta del centro, y aun me quedan más escaleras que subir, pero por suerte siempre llego a tiempo; es un aula grande con azulejos de color salmón a mitad de pared y el resto de blanco, repleta de mesas y sillas a juego de un marrón claro con betas más oscuras intentando imitar la madera y unas patas de un azul bastante intenso; por último, hay una pizarra verde bastante desgastadas por los años junto a la mesa del profesor, del mismo estilo que las nuestras solo que el doble de grande. Está bien, solo que para mi gusto es un sitio bastante pesado.

Conseguí llegar a tiempo, me senté en mi sitio y me dispuse a que las tres primeras horas pasaran lo más rápido posible, pero por desgracia, no fue así. Parecía que la sirena no tocaba nunca, creo que era por la desesperación de verle, de entrar en el único momento del día en que solo me centraba en una cosa, o mejor dicho, en una persona.

Por fin llegó el momento, en cuanto sonó la campana salí lo más rápido que pude; en la puerta estaba Marco esperándome, llevamos dos años saliendo aunque nos conocemos desde hace mucho más, por desgracia a pesar de que no debería ser así , no es a él a quien realmente quiero ver. Marco es un chico bastante guapo, alto y dos años mayor que yo, es muy simpático y bastante agradable, sin embargo, no sabe como decir las cosas ya que las suelta sin pensar y en los peores momentos, en definitiva, la palabra no es su fuerte. Pero fue el único que estuvo conmigo cuando pero lo estaba pasando con la separación de mis padres, y a lo mejor estar con él y darle todo el cariño que puedo es mi forma de devolverle el favor.

Fuimos a las gradas del patio principal del instituto, y a pesar de que Marco me hablaba yo estaba bastante ensimismada, buscando sin querer buscar a quien llevaba todo el día esperando ver, por miedo a que alguien se diese cuenta de mi objetivo, pero le encontré. Tan perfecto como siempre, alto, moreno, con una gran espalda y unos ojos más oscuros de lo normal, Hugo superaba con mucha ventaja a la mayoría de los chicos a los que conocía. A pesar de todo, no hemos hablado mucho más que un ''hola'' y ''adiós'', aunque para mi suerte solemos cruzarnos las miradas un par de veces, las que la media hora de recreo nos permite. A decir verdad, no se si a quien mira es a mi o a otra persona, o si siquiera lo hace intencionadamente, pero es la duda que creo que me ilusiona todos los días.

Terminó el recreo, me despedí de Marco todo lo cariñosa que pude en ese momento y me fui a clase. Gracias a dios, las últimas tres horas pasaron bastante rápidas y entretenidas; y en cuanto tocó la última sirena recogí las cosas con la misma aceleración con la que había llegado a clase.



Capítulo 3: El cazador
Al salir del instituto, mi paso ligero no evitó el encuentro con María y su novio, que se despedían con un beso y un seco adiós. Yo nunca le diría adiós, “adiós” suena muy para siempre, un “hasta mañana” es lo que yo le diría, esperando poder verla al día siguiente.

Ella continuó su camino, que es el mismo que yo sigo, ya que vivimos cerca uno del otro. Sin embargo, tuve que bajar el ritmo para no acercarme demasiado a ella, así que mantuve unos diez metros de distancia, incuso cuando esperaba el semáforo. Miró hacia atrás un par de veces pero no sé si me vio ya que rápidamente miré al suelo. Había que evitar el contacto visual. Finalmente ella dobló la esquina hasta su casa y yo continué hacia delante hasta la mía. Evidentemente, lo hacía todo mal, se supone que tenía que aprovechar este paseo para entablar amistad con ella de alguna forma, al menos, hacerle saber de mi existencia.

En mi casa ya habían comido todos así que cogí mi plato de macarrones y me lo llevé a mi cuarto, comí mientras veía vídeos en youtube, que se había convertido en mi pasatiempo favorito junto con las películas. Al acabar, saqué los deberes y me puse a hacerlos, me llevó un par de horas acabarlo todo y estuve otra más estudiando Historia ya que se acercaba el examen. Mi madre salió a comprar, y me quedé con mis cuatro hermanos pequeños durante lo que se suponía que iban a ser treinta minutos, que acabaron siendo una hora. Aunque me quejé indirectamente con un “no veas mamá si has echado tiempo”, sabía que era mi deber quedarme con los niños y ayudar a mi madre.

Coloqué la compra y entonces llegó el padre de mis hermanos. No nos llevábamos muy bien, a mi me parecía un capullo y no sabía como mi madre podía estar casada con él. Me gusta imaginar como sería la vida si mis padres estuviesen juntos. No me quejo, está bien así porque ya me he acostumbrado pero siempre tendré esa duda.

A raíz de esto llamé a mi padre, que vive en Madrid, y le conté como había ido la semana y él me contó la suya. Le hablé de María y de la ardua misión de espionaje que había llevado a cabo. Él se rió y me aconsejó decirle lo que sentía a esa chica, a pesar de que ella tenga novio. Pensé que mi padre estaba loco, pero tenía razón. Nos despedimos con un “hasta mañana” y le colgué.



Capítulo 4: La presa

A la salida, ya estaba esperándome Marco para acompañarme todo lo que podía antes de llegar cerca de su casa. El resto del camino iba con los cascos, y tomándome mi tiempo, porque la verdad que no tenía prisa por llegar a casa.

Era normal que me encontrase con Hugo de camino a casa, aunque nunca nos solíamos saludar. Pero esa vez parecía evitarme, creo que pensaba que ni siquiera le estaba viendo, pero sabía que no estaba a muchos metros detrás de mi, además que eso de esconderse mientras miro hacia atrás, da mucho el cante. Posiblemente tendría que haberle dicho algo, y al menos haber entablado conversación, pero preferí callarme, seguir mi camino y hacer como si nada.


Llegué a casa más tarde de lo normal, y saludé a mis dos perros que como siempre me recibían tan alegres. En la mesa ya estaba mi madre esperándome para comer, había hecho mi plato preferido y me lo comí con bastantes ganas. Después de comer y de recoger la mesa me puse a estudiar, aunque la verdad que no estaba muy centrada. Me pasé todo el día dándole vueltas a las libretas hasta que me cansé y me fui a ayudar a mi madre con la cena; no solemos hablar mucho aunque tenemos mucha confianza, y desde que se fue mi padre, confiamos mucho más la una en la otra.

Cenamos y nos pusimos a ver lo que echaban en la tele, a pesar de que no era mucho, nos conformamos con escuchar un rato las noticias y ver la película que ponían después. Estuve hablando un rato con Marco, pero como solo hablaba de fútbol me cansé en seguida y me puse a prestarle atención a la película. Pensé incluso en hablarle a Hugo, pero por desgracia ni tengo su número ni la valentía suficiente como para hacerlo.

En cuanto terminó la película, fui a la ducha. Soy del tipo de personas que prefiere ducharse por la noche e irse a dormir completamente limpios, también me gusta porque con lo que me demoro pensando en la ducha, por las mañanas no me daría tiempo a llegar a la primera hora. Salí de la ducha y me puse el pijama; me sequé el pelo, me lo peiné en una coleta y me fui a dormir.



Capítulo 5: Sueño

Mi madre me trajo la cena al cuarto y cené mientras veía la película Amelie. Recogí mi cuarto, me lavé los dientes y me acosté. Como siempre, puse música en el móvil, pero no tenía sueño. Me puse a pensar en la película y fantaseé con ser yo el protagonista de la historia, intentando convencerme de que eso era posible extrapolarlo a la vida real. Inevitablemente me vino la imagen de María, saqué el móvil y le escribí por Whatsapp “No puedo parar de pensar en ti”, pero justo cuando lo iba a enviar me acobardé y lo borré. Era imposible que ella me dijese que sí, prefería seguir admirándola que asustarla y perderla para siempre. Se me juntó el sueño con el sueño y me quedé dormido.


Capítulo 6: Un nuevo día

Hoy le he enviado el mensaje que escribí ayer y he quedado con ella a las 7 en el mirador de la playa porque desde allí veremos salir la Luna. Ella me respondió sorprendida “¿Enserio?”, pero no parecía enfadada sino todo lo contrario. Parece que voy por buen camino. Por otro lado quiero que todo sea perfecto y que todo salga bien pero no puedo parar de pensar en si ella sabe que me voy a declarar y temo aún más qué me dirá entonces.

He visto a amigos en esta situación y siempre les digo lo mismo. Si te rechaza una persona significa que ahora te encuentras más cerca del amor “verdadero” y “definitivo”, pues en la búsqueda de la persona adecuada, como en todo, tenemos una lista de personas, y tachar una significa avanzar.

Se acerca la hora y no tengo ningún plan, creo que así es mejor...



Capítulo 7: La noche que la Luna salió tarde

Ayer, fui media hora antes al mirador, solo por si acaso. María apareció a la hora indicada y estaba preciosa. Nos sentamos en la arena y le conté todo. Parecía muy contenta y sorprendida, era como si todo le estuviera saliendo bien, y así era. Ella me contó todo, había dejado a su novio nada más recibir mi mensaje esa mañana. Espero que aplique mi recomendación.

Estaba muy feliz pero faltaba una cosa, sellar lo dicho con un beso. Tuve que ser yo quien diese la iniciativa así que la miré a los ojos y avancé lento hasta sus labios y le di un beso limpio, suave y cortado, una sutil caricia que no le haría daño. Fue maravilloso.

Después nos quedamos hasta tarde en el mirador charlando y riendo de cómo nos acosábamos. Esperamos a ver salir la Luna y creo que me estaba dando tiempo para disfrutar de ese momento.


3) PROYECTO: VICTORIA Y SU LADO OSCURO




Esa persona que veis en su oficina es una de las abogadas más conocidas de todo el mundo entero. En toda su carrera profesional todavía no ha perdido ningún caso y todo el mundo la reclama para que les lleve su caso. Además no era solo reclamada en el mundo profesional sino también en el mundo sentimental ya que era una persona muy atractiva y hermosa. Era esbelta, de pelo castaño claro y con unos ojos verdes que con solo una mirada te enloquecería Pero no toda su vida era perfecta ya que tenía una vida secreta de la que nadie podría descubrir ya que su vida profesional se vería amenazada.



Victoria, tal y como reflejaba su nombre llevaba una vida victoriosa, pero una mañana todos sus méritos corrían un gran peligro tras encontrar una carta en su buzón, que decía:



Hola, querida Victoria Williams.

Seguro que no te acordarás de mi, yo en cambio me acuerdo mucho de ti y te conozco demasiado bien. Hace un par de semana han llegado a mis oídos ese secreto que tu tienes y de ti dependerá de que el mundo se entere o no.

PD: Ya tendrás más noticias de mi.”



Su cara, tras leer esta fatídica carta, no mostraba ninguna expresión aparente aunque en sus ojos se palpaba el miedo ante esta situación. Sin embargo, no podía quedarse preocupada por esto porque tenía que salir hacia el trabajo. Ese día, en su cabeza solo estaba la preocupación de quien podría haber averiguado su gran secreto y de regresar a casa para descubrir si había recibido otra carta.

Tras llegar a casa, miro el buzón y no había nada.



Paso unas semanas muy preocupada y ansiosa hasta que por fin recibió la segunda carta que decía:

Hola, querida Victoria,

se que has estado muy ansiosa y por eso te escribo. Pero esta vez, tengo una misión para ti. Ya que se te da también tu trabajo quiero que tu misma te pongas una manchita en impecable expediente.

Necesito que pierdas tu próximo caso o sino atente a las consecuencias.

Xoxo



Pero Victoria no se podía permitir perder ese caso porque era un juicio en el que defendía a una mujer que había sido víctima de la violencia de género por parte de su novio. Victoria no podría vivir con ese cargo de conciencia.



Conforme se iba acercando el juicio Victoria se iba poniendo más y más nerviosa. Llegó el día del juicio, ella seguía concienciada de que no podía perder ese caso y lo consiguió, El novio de la mujer maltratada fue condenado a 20 años de cárcel y ella ingresó a un centro de rehabilitación.



Al salir del juzgado, la llamaron y al coger el móvil vio que era un número oculto. Al descolgar se dio cuenta que la persona que llamaba se había distorsionado la voz y le dijo:



-Victoria ya que no has cumplido tu misión, un ser querido tuyo va a sufrir las terribles consecuencias.



-¿¡¿¡Pero quién eres?!?! ¿Por qué me haces esto a mi?



-Aquí la que habla soy yo así que cállate si no quieres que las cosas vayan a peor. Esta misión ya la has fallado pero no todo esta perdido, te daré otra oportunidad. En estos días tendrás noticias de mi.



Cuelga el teléfono y Victoria aterrorizada y desconsolada salió a correr hacia su casa sin mirar atrás.



Al llegar a casa estuvo pensado de quien podría ser ese ser querido, pero no quiso llamar a nadie para no preocuparles. Esa noche, su novio la llamó y le dijo:



-Hola cariño, hoy me ha pasado algo muy raro creo que alguien estuvo todo el día siguiéndome.



-¿En serio? ¿Y viste quien fue?



-Creo que era una mujer pero iba tan tapada que no le vi la cara.



-Tenemos que hablar de algo muy importante. Voy para tu casa



-Cariño, me estas asustando. ¿Qué está pasando?



-No te preocupes. Ahora te lo cuento todo.



Victoria cuelga el teléfono y se dirige a casa de su novio. Su novio era un empresario de mucho éxito gracias a su competitividad y su constancia. Físicamente era un hombre alto, fuerte, moreno, de ojos verdes y muy atractivo. Su nombre es Christian Mcdonal.



Al llegar a la casa su novio estaba muy preocupado y ansioso por saber que le iba a contar.



-Victoria dímelo ya. ¿Qué está ocurriendo?



-No te he contado una cosa...Tengo una doble vida.



-¿¡¿¡QUÉ!?!?



-Relájate y escucha toda la historia. Todo empezó porque cuando era joven y acababa de llegar a Los Ángeles no tenía dinero ni para comer ni alojamiento. Y un día que estaba durmiendo en la calle un hombre me despertó y me ofreció una vida mejor, en ese momento hubiera aceptado cualquier cosa por no vivir así. Me dijo que solo tendría que trabajar tres noches por semana y me pagarían muy bien. Al final ese hombre me engañó, me metió en un club de alterne y me amenazaron con que si me marchaba me harían la vida imposible. Me vi atrapada en ese mundo y hoy día no he conseguido salir de él.



-Pero Victoria por qué no me lo has contado antes, te hubiera ayudado a salir de allí.



-Por miedo a tu reacción Christian y además no lo sabe nadie, eres al único que he sido capaz de decírselo.



-¿ Y por qué me lo dices ahora y no antes?



-Porque desde hace unos meses hay alguien que me está amenazando con contarme este secreto si no hago lo que me dice, y la última misión no la cumplí por lo que recibí una fuerte amenaza que consistía en hacer sufrir a un ser querido. Y al llamar tu hoy he llegado a la conclusión de que podían hacerte algo a ti, por eso te lo he contado todo antes de que pase algo grabe.



-Esto hay que contárselo a la policía Victoria, esto es muy peligroso.



-Pero no podemos contárselo a nadie ya que todo el mundo conocería mi secreto y mi reputación se vería afectada.



-Pues si no se lo podemos contar a policía tendremos que tomarnos la justicia por nuestra mano.



-¿Y cómo averiguaremos quien es esa persona?



-Hay que hacer que caiga en nuestra trampa. ¿Tienes en marcha alguna misión?



-No, pero me dijo que me llamaría próximamente.



De repente el teléfono sonó. Victoria lo miro y vio que era otra vez un número oculto. Descolgó y activó el altavoz:



-Esta vez me vas hacer caso o te vas a tomar a broma mis amenazas.



-Dime lo que tengo que hacer y lo haré.



-Tienes que poner una denuncia a ese garito en el que trabajas por la noches. Si esta vez no lo cumple no habrá mas oportunidades, esa persona que tanto quieres dejara de formar parte de tu vida,



Finalizó la llamada. Ellos se miraron a los ojos y los dos dijeron: esta es nuestra oportunidad para acabar con ella.



Al día siguiente quedaron en una cafetería Victoria y Christian para crear el plan. Tras un largo debate llegaron a la conclusión de que Victoria no cumpliría la misión otra vez para que fuera a por Christian y a si poder atraparla.



Pasaron 5 días más tarde, Victoria todavía no había cumplido la misión. Ese mismo dia Christian yendo para el trabajo tuvo un terrible accidente, lo que nadie sabía es que fue provocado por la mujer que estaba acosando a Victoria para que al chocar con el coche poder secuestrarle sin resistencia ya que estaba mal herido.



Cuando llegó la policía al lugar del accidente y vieron que no había nadie en el coche accidentado llamaron a Victoria para informarla sobre lo que había pasado. Victoria al enterarse creyó que el plan había funcionado correctamente, pero al no recibir respuesta de él durante horas empezó a preocuparse porque no podía comunicarse con él de ninguna forma ni sabía donde estaba.

Se le ocurrió rastrear su móvil para conseguir su localización, tardó un par de horas pero al fin lo consiguió. La dirección indicada era la de un almacén el las afueras de la ciudad, Victoria no dudo en coger el coche y dirigirse hasta allí.



Al llegar solo encontró en la puerta un coche que le resultaba muy familiar y además tenía un golpe en la parte delantera. Victoria entro por la puerta principal, y se encontró que la planta baja estaba vacía, sucia y abandonada, al fondo se veían unas escaleras que llevaban a la segunda planta. Victoria se dirigió y al llegar al final de ella lo primero que vio fue a su pareja atado en una silla y amordazado. Ella al verlo, salió corriendo hacia él pero cuando solo le faltaba un paso para alcanzarlo, no vio que el suelo tenía una losa levantada y se tropezó provocándole una caída que la dejó inconsciente. Al despertarse, se encontró atada de pies y manos a una silla sola sin rastro de Christian.



De repente se escuchó una serie de pasos lentos y firmes de los que se podría decir que eran de unos tacones. Conforme iba subiendo la escalera se podía ir viendo una sombra que parecía ser de una mujer. Para la sorpresa de Victoria fue ver que la secuestradora y la amenazadora era su suegra Ana.



-Me alegro de que ya estés despierta preciosa Victoria.



Ana se acercó a Victoria y le quitó la mordaza que le impedía decir una palabra.



-¿Dónde estoy?¿por qué me has hecho todo esto?¿donde está tu hijo?



-Aquí soy yo la que hace las preguntas. Así que mantente cayada que estás más guapa.



Inesperadamente entra Christian en perfecto estado. Victoria al verlo se siento muy frustrada a no entender que como esto su novio y su suegra.



-Ven a mi lado mi precioso hijo que le vamos a contar Victoria una bonita historia.



-Christian, por qué me has hecho, yo te amaba y quería formar un futuro juntos.



-Cállate y escucha. Todo esto ha pasado por tu culpa Victoria. Qué pensabas que soy tonto y no me iba a enterar de nada. Si no quería que me enterara de nada no lo hubieras hecho.



-¿Pero que he hecho?¿Tan grave fue lo que hice para merecerme todo esto?



-Me parece muy fuerte que no te acuerdes de que te acostaste con mi mejor amigo en ese club en que trabajas por las noches y que nunca me contaste. Esto para mi no solo una grandísima traición sino que me demuestra que nunca me has querido y te importado como para que me lo contaras o por lo menos dejara el trabajo. Ahora es el momento de que pagues tus mentiras al igual que lo pagó él.



Christian coge el arma que tenía guardado en la parte trasera del pantalón y apunta directamente a Victoria. Pero cuando se disponía a disparar se le encasquilla el arma e intenta arreglarla con la desgracia de que el arma se dispara sola y la bala impacta en el corazón de su madre que cae desplomada al suelo. Christian no podía creer lo que había ocurrido y salió corriendo hacia su madre para intentar reanimarla pero ya no se podía hacer nada por su vida. Victoria aprovechó la situación para lograr escaparse.



Un años después, Victoria se mudó a España y allí empezó una nueva vida lejos de todo estos problemas. En cambio, Christian no acabo tan bien ya que el fatídico accidente que mató a su madre hizo que se volviera loco e ingresara en un hospital psiquiátrico.

4) PROYECTO: EL JINETE

CAPITULO 1
Érase una vez en el los rincones más inhóspitos del mundo, concretamente en el norte de Australia, época en la que se hallaba la más absoluta población dividida en tres estamentos.
Se encontraban en ese poblado alejado del centro de la ciudad, rodeado por montañas enormes, se podría decir que ese poblado estaba asediada por montañas.
Dichas montañas una en concreto tiene una historia, más bien que una historia, sería la cueva del dragón.
Este pueblo que estaba dividida en tres estamentos, el rey el gran gobernador llamado Arturo, que según para el poblado era el gran salvador de los ciudadanos.
El poblado estaba constituido por la nobleza y el campesinado. Entre los nobles más conocidos e importantes de la época era el muy conocido luchador, jinete , general y aclamado por todos los ejércitos, el Jinete Espineta que a riendas de su caballo Carvallo, un caballo de raza pura, su fiel amigo de Espineta que juntos afrontaban todas las batallas que acaecían por la época , tales como la invasión de ladrones o saqueadores que intentaban extraer los bienes del pueblo, como la obtención de oro y otros minerales, a los que los campesinos se dedicaban a la extracción de las montañas que las rodeaban.
El pueblo desconocido para la inmensa mayoría de los que lo rodeaban como ciudades más modernas, no se atrevían a producir expediciones sobre el poblado ya que decían que estaba maldita o hechizada o que les causaría daños, p ir sus acciones ocurridas.
El pueblo se abastecía de los recursos naturales que eles ofrecía la naturaleza, el rey no participaba en ninguna de estas labores, más bien obligaba a los trabajadores a la explotación de los recursos, por su obtención, su más afán era la obtención del oro, que este oro se encontraba en la montaña que estaba situada colindando con las demás montañas pero estaba detrás de las que las asediaba. Bien, los trabajadores que estaban casi obligados a encontrar ese oro que ansiaba el rey, los campesinos emprendían unas aventuras hasta llegar a la montaña, pasaban por un bosque lleno de peligros inminentes. Solo muy pocos lograban atravesar ese bosque que estaba lleno de trampas y animales, los que lo conseguían llegaban a la montaña donde se hallaba el preciado oro, no sin antes de obtener ese mineral tenían que rezar para no toparse con el dueño de la montaña, el misterioso dueño de la cueva en la montaña.
Solo una persona, un trabajador de las tierras del rey, logró conseguir una pequeñísima piedra de oro, que volvió al poblado sin ninguna dificultad, nadie sabe cómo lo consiguió pero logro volver al pueblo. Este le dio la piedra que más tenía forma de diamante pero con la diferencia que estaba compuesta de oro, el rey al obtener su oro, le incitó a por mas , quería un montón más de ese oro .
El relato sobre el muchacho que obtuvo la piedra de oro, era más bien una casualidad. Todo empezó cuando el rey le ordenó que fuese a la montaña en busca de oro porque si no perdería lo que más quería, su familia y carro. Él en vista de esa orden, no tuvo más remedio que emprender ese viaje. Buscó ayuda en los guardianes protectores del pueblo, pero estos le negaron la ayuda porque nada más oír que tendría que pasar el bosque y llegar a la montaña y luego volver, no se lo pensaron dos veces y le negaron la ayuda.
Bien, este hombre, campesino, busco su última opción que era pedir ese gran favor al jinete Espineta al general más valiente y vanidoso, en este momento, en el cual este hombre, campesino, llamado Jonás. Se encuentra con él y emprenden un diálogo
_- Jonás: Buenos días, señor, hablar con el general más noble y audaz de estos tiempos me enorgullece, quería ofrecerle un buen recado.
Espineta: buenos días, en primera estancia quería decirle que porque este motivo de ala nacía hacia mí, de parte de usted, un campesino, como otro cualquiera.
_-Jonás: quería que me hiciese un favor. Seria usted tan amable de poder acompañarme hacia los adentrados oscuros y tenebroso antro, que ese bosque. Es porque su majestad el rey Arturo me ordeno un viaje inesperado, seria para poder salvar lo que más aprecio en esta vida, mi familia. A cambio de poder asegurar la vida de mi familia, tengo que darle lo q tanto anhela el rey, el oro de esa montaña secreta.
_- Espineta: bien, hombre honrado, no es para mí ninguna molestia poder acompañarle a ese largo y extrovertido viaje, que nos deparará aventuras y conflictos como siempre me ha ocurrido en en mi larga vida, en la que he debutado más de mil batallas por la protección de mis tierras, pero no por el favor del rey.
Jonás_- muchas gracias, señor. Emprenderemos el viaje lo más antes posible.
Así pues, los dos personajes Espineta con su caballo carvallo y zonas con su fiel amigo su perro pedro. Emprenderían ese viaje en busca del oro perdido en la montaña.
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Capítulo 2
La vida del jinete, no es más bien que la trágica historia de un niño huérfano.
Este muchacho que perdió a sus padres en la guerra y en las disputas entre bandoleros, no le quedó otra que vivir con quien le acogiese, después de haber huido de la batalla donde perdió a sus padres, tendría el joven 10 años, se adentró a un bosque no muy lejano de la montaña, donde se crio un año en una cueva, sobreviviendo a continuos peligros.
Pasado el año, un día como otro cualquiera el muchacho ya acostumbrado al bosque. Emprendió un viaje al exterior, para conocer lo q le rodeaba y se encontró con una aldea donde había no mucha gente, cerca de 10 familias. Este se adentró al poblado donde se topó con un caballo salvaje, uno de raza pura, era un caballo recién nacido, cerca de 3 años. Este caballo y el muchacho se toparon, ambos se enfrentaron, obviamente el caballo ganaría, el mucho al ser un inexperto en como montar a caballo, se llevó varios golpes, coces.
Bien, escuchando el conflicto que ocurría en el campo antes de entrar al poblado, salieron dos personas mayores, estos se convertirían en sus padres adoptivos del muchacho.
Las dos personas llamadas, el padre José y la madre josefina. Espantaron al caballo encontrándose al muchacho adolorido por el potro, fue acogido por los dos padres adoptivos.
Estos acogieron al muchacho y lo curaron en su casa, este les había contado toda su historia, que les conmovió y le ofrecieron que se podía quedar todo el tiempo en su casa, que pasaría a formar parte de la familia, del pueblo en sí.
El muchacho Espineta se crio en ese pueblo. Este pueblo era el que estaba gobernado por un rey que abdicaría por su hijo.
Sus padres le habían enseñado todas las habilidades para formar parte de la protección del pueblo convirtiéndose este en la mejor guarida del pueblo.
Pasaron 15 años y el joven se volvió a encontrar con aquel potro que un día lo zarandeo. Este potro ya embravecido le enfrentó a Espineta, con ya sabía muchas habilidades, logró domar al potro, que se convertiría en mejor jinete y guardián del pueblo.
Después de formar parte de la guardia se enfrentó a varias batallas libradas por el territorio que les pertenecía.
Un día en una de sus expediciones por los alrededores del poblado se encontró en una montaña una cueva que un objeto le deslumbraba, un objeto llamativo, era el oro.
Se adentró a la montaña y se encontró con la sorpresa de que había un enorme dragón durmiendo. Esto le impacto tanto que huyo de ese sitio, pero, por curiosidad se armó de voluntad y de armaduras y junto a su caballo ambos volvieron a la cueva. Frente a frente del dragón vieron que este estaba tumbado encima el montón de oro y durmiendo.
Tanto ha sido su afán por conseguir ese oro que le había hipnotizado que no le importara que estuviese ahí esa bestia que tanto estrago había causado en los alrededores de su montaña, en cuestión esa era su casa, su propiedad, su territorio que defendía de cualquier intruso pero en este caso él se encontraba invernando lo que aprovecho esto Espineta, no perdió tiempo en obtener unos buenos pedazos de oro, tenían el tamaño de dos piedras normales. Su caballo esperándole en el exterior de la cueva para la huida, el jinete cogió los trozos de oro y salió huyendo haciendo ruido, lo q provoco el despertar de la bestia, salió despavorido y montó su caballo y fugazmente salieron hacia un refugio porque el dragó salió de la cueva y empezó a volar x los alrededores escupiendo llamas de fuego porque quería aniquilar al intruso que lo había despertado y había saqueado su bien más preciado y anhelado por el rey.
Bien protegidos el jinete y su caballo debajo de una lozas grandes de piedras donde el la llama de fuego no pudo traspasar se salvaron. Furioso el dragón recorrió gran parte de las hectáreas que rodeaban el poblado devastando a todos. Provoco así una inmensidad de destrozos que harían el pueblo se revolucionen con el causante de tal daño, el principal acusado que decidieron era el rey porque mando a obtener algo que no era suyo.
Causado todos los daños el dragón se tranquilizó y volvió a su cueva, donde resguardaría con mucha protección su tesoro. El jinete sano y salvo cogió rumbo al pueblo para entregar el objeto que le pertenecía al rey, llegó al poblado y se encontró todo muy destrozado. Se echó toda la responsabilidad de lo que había ocurrido en el poblado, diciéndose así mismo que nunc mas volvería ocurrir eso , que lo protegería con su vida, que se enfrentaría al malvado dragón que le había arrebatado otra vez a sus padres que murieron en la guerra contra el dragón.
Desde entonces el jinete no volvió a ser el mismo, se volvió en una persona más con mucho rencor acumulado en el interior hacia el dragón. Así que cualquier propósito que le dijeran para volver a enfrentarse al dragón iría sin duda alguna.
Capítulo 3
El reencuentro.
Cerrado el trato hecho entre Jonás en que el jinete le acompañaría hacia la aventura que le había propuesto. Tomarán rumbo dentro de una semana, entre esos días de preparación lo pasaron rezando, despidiéndose por si acaso no volvían.
Preparados ya para partir, armados ya los dos el jinete con sed de venganza y el acompañante que iba con la inspiración de encontrar una pequeña porción de oro.
Encaminados los dos personajes fueron despedidos del pueblo como héroes que en ellos depositaron su confianza porque pensaban que acabarían con el que causo los daños perjudiciales y que arrebato la vida d los padres del jinete, el dragón causante de todas estas desgracias del pueblo.
Salieron del pueblo y se dirigieron dirección a la montaña, atravesaron un tramo intercambiando temas de conversación sobre sus vidas y en las condiciones que se encontraban.
Llegado un punto del camino se toparon con la entrada del bosque donde según cuenta la leyenda persona que entra no vuelve a ser el mismo, solo las personas sencillas, nobles, puras, y sin sentimientos negativos, solo esas personas podían superarlo.
Bien todos eso requisitos lo tenían estos dos personajes excepto el jinete que en tenía un rencor malo que le dificultaría el paso del bosque.
El bosque.
Dentro ya del bosque en el primer periodo traspasaron sin complicación ninguna, no se les apareció ningún animal peligroso, es mas en ese primer paso, encontraron los suficientes víveres para poder aguantar todo el camino. Pasado la primera parte del bosque se encontraron con un puente dentro del bosque, el puente en malas condiciones, hecho de madera casi ya en descomposición era la única vía para poder pasar el bosque. No les quedó más remedio de pasar. Primero pasó el señor Jonás que llevaba los víveres, paso con tranquilidad, después paso su caballo carvallo con leve tropiezo, ahora era el turno de Espineta, a media parte del puente él sintió que pasaría algo malo, y era que el puente se quebró con la finalidad de que se partió en dos, cayendo el jinete al rio y siendo arrastrado hacia la desembocadura del rio.
Los que quedaron Jonás y Carvallo aterrados intentaron rescatarlo pero se les impidió porque al otro lado del rio aparecieron especímenes raros, animales feroces que les impedía la intervención del descáscate asique continuaron su camino hacia la montaña.
Carvallo y Jonás siguieron atravesando el bosque hasta llegar a su fin. Se encontraron ante sus ojos la gran montaña, un lugar tenebroso y lúgubre, el único ruido que se escuchaba era las vestías que habían quedado atrás y el rugido del dragón en el interior de la montaña.
Aterrados estos dos el caballo y Jonás rodearon la montaña a ver si encontraban una entrada para inmiscuirse sin ser descubiertos. Llegaron al otro lado de la montaña donde se hallaba el final del rio.
Mal herido estaba ahí el jinete, de prisa fueron en su ayuda y se encargó Jonás de él. Acamparon en la parte trasera de la montaña hasta que se recupere el jinete, y que el dragón también se tranquilice.

Capítulo 4: La gran batalla
Pasaron más de una semana y el jinete ya respuesta dispuesto con el mismo valor que con las que partió del pueblo se envalentó e hizo frente a lo que le esperaba.
Como no había ninguna entrada, no les quedó más remedio que entrar por la parte principal de la montaña.
El jinete a riendas de su caballo se adentró el primero en entrar, mientras que Jonás esperaba fuera hasta que el dragón saliese de su escondite.
Había llegado el momento el jinete y el dragón se encontraron cara a cara, se enfrentaron en una disputa en el interior de la cueva, el jinete salió despavorido cuando despisto al dragón, saliendo de la cueva, el dragón fue detrás suya saliendo de la cueva, ese momento aprovecho el hombre que esperaba fuera a adentrarse al refugio del dragón y coger lo más que pudo, (su perro se quedó en el bosque) cogió una gran cantidad de oro, mientras que el jinete lo distraía. Salió deprisa y escondiéndose debajo de unas lozas de piedras grandes el hombre ya había obtenido su recompensa, se sintió aliviado a excepción del jinete que aún estaba huyendo del dragón, hasta que llegaron a la entrada del bosque y eso al dragón no le importaba asique dio rienda suelta a su arma más poderosa expulso fuego quemando todo el bosque, ese momento en el que el jinete y su caballo aprovecharon para esconderse.
El dragón desparedo por buscarlos estaba dando vueltas las montañas quemando todo a su paso. Mientras hacía esto el jinete fabrico una trampa que posiblemente le funcionaria.
Fabricada ya la trampa fue a llama la atención del dragón, conseguido eso, solo quedaba que se acercase a la trampa.
El dragón improvisto de esto, se acercó a la trampa y el jinete activo la trampa que era una ballesta, activada la ballesta esta flecha le dio de lleno al dragón en el pecho, provocando su muerte y caída desde el cielo. Poniendo así fin a su venganza y lograr su propósito.
Capítulo 5 el fin
Concluido sus propósitos de ambos personajes que se aventuraron a esa emociónate anécdota, concluyeron con el fin de la maldición, acabaron con el dragón, con el bosque maldito, y con la pobreza del poblado, porque ya sin obstáculo ninguno la población entera se adueñó de la montaña.
Proclamado al jinete como el rey de la montaña destronaron al rey antiguo que era malvado con todos. Todos consiguieron sus propósitos, Jonás regreso con su familia y pudieron vivir de una manera muchísimo mejor. Todos acabaron felices y comieron perdices en la montaña, bueno a excepción del perro pedro que se extravió junto con la pérdida del bosque quemado.

5) PROYECTO: GAMUSINOS

GAMUSINOS



CAPITULO 1



Un fuerte sonido me despertó, en ese momento un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, no lo podía creer, estaba ocurriendo, nunca me había planteado ninguna situación parecida.

Rápidamente salte de mi cama y huí de la habitación, comencé a verlo todo borroso, noté como poco a poco mi cuerpo se dormía y no pude reaccionar, toda la rabia acumulada en mi interior me hizo salir de ese extraño estado de shock y comencé a percibir el estresante sonido que emiten las sirenas de la policía, entonces me encerré en el vestidor y en un acto de valentía recurrí a mirarme en el espejo , no podía creer lo que estaba viendo , una profunda sensación de satisfacción me lleno por dentro volví a ser normal aunque una herida muy desagradable en mi costado me hizo dudar sobre si realmente seguía vivo.

Sin más dilación agarre una de mis camisas y me hice un torniquete. A acto seguido escuche otro fuerte sonido y una sensación de fatiga provoco mi desvanecimiento.









Capitulo 2



A diferencia del resto de días, esta vez, quisimos romper las reglas y explorar una extraña ciudad que se encontraba a quinientas millas de nuestro distrito.

Pablo al igual que siempre llego diez minutos tarde y Sandra comenzaba a discutir con él sobre la puntualidad, sin más dilación los interrumpí estrepitosamente, odio las discusiones, entonces llamé a Alejandro y María para que se subieran en el coche.

Durante el trayecto reflexione sobre si realmente hacíamos lo correcto, era consciente desde el principio de que el gobierno nos había prohibido salir de los límites de seguridad establecidos, pero nuestro afán aventurero y la seguridad de que ya no teníamos nada que perder nos hicieron emprender este viaje.

María era la responsable de nuestra decisión, estaba estudiando medicina hasta que el brote comenzó a extenderse, quiso explorar la ciudad porque pensaba que si trabajaba en el laboratorio podía descubrir alguna vacuna contra la epidemia.

En un principio todos decidimos ir, excepto Alejandro pero era la persona más débil a nivel psicológico del grupo y lo logramos convencer.



Después de un largo y pesado viaje llegamos a la ciudad. A primera vista quedamos bastantes sorprendidos, esperábamos encontrar dificultades para entrar porque que pensábamos que debía estar invadida por Gamusinos , sin embargo quedamos bastantes estupefactos, nos encontrábamos ante calles llenas de cadáveres en las cuales se ausentaba la presencia de esas extrañas criaturas. A pesar de el desagradable olor que desprendían los cuerpos sin vida y el fuerte impacto visual que ocasionaban, la ciudad destacaba porque estaba llena calles colmadas de arboledas añosas que embellecían el paisaje.


 
Capitulo 3



Todo comenzó un martes del año pasado por la tarde, recuerdo como dicho día advirtieron en las noticia que una central nuclear había sido incendiada por un extraño suceso al que los medios no pudieron dar explicación, no di importancia a la noticia además ese mismo día estaba leyendo una novela de ciencia ficción sobre los extraterrestres. cuando cayó la noche volvieron a advertir por el telediario que mediante dicha catástrofe se habían originado una especie de criaturas que nunca antes había sido identificadas, por lo visto el gobierno desplego todo un ejército de los mejores soldados para controlar la situación, ante dicha orden me temía lo peor. Debido a que me encantan las novelas de extraterrestres y sucesos inexplicados, predije que algo bueno no podía ocurrir ya que en la mayoría de los casos los extraterrestres acababan dominando la situación y por consiguiente ocupando el mundo. Esa noche no conseguí conciliar el sueño debido al estrés ocasionado por la situación que se había desencadenado tras dicho suceso. Finalmente el ejercito logró controlar el incidente , eliminaron a todas las criaturas pero seleccionaron a algunas para analizarlas en el laboratorio, se trataba de unos seres con un aspecto parecido al de los sapos pero con un tamaño algo mayor se caracterizaban por tener una piel morada y algo pegajosa a demás eran bípedos y eran consideradas un peligro para la raza humana porque se trataba de animales muy agresivos, fueron denominados como gamusinos por razones que aun no he logrado entender. Una semana después la prensa volvió a generar miedo en la población y es que uno de los científicos se había transformado en un gamusino , se trataba de una epidemia que a partir de entonces se comenzó a transmitir rápidamente y no pudo ser controlada ya que dicho científico fue transmitiéndosela a su familia, compañeros …

Como respuesta se organizaron una serie de juntas que acordaron que era necesario establecer a la población en base a su salud en distritos protegidos de cualquier amenaza.

Como consecuencia mi familia y yo vivimos desde entonces en el distrito veintitrés.






Capitulo 4



Lo primero que decidimos hacer fue buscar suministros para satisfacer nuestras necesidades además de establecer una serie de normas para garantizar nuestra supervivencia, el virus gamus se transmitía a través de cualquier contacto físico por mínimo que fuese con el infectado, por lo que fuimos a una armería donde encontramos munición y armas, mas tarde en un gran supermercado que se encontraba en la otra punta de la ciudad donde compramos unos trajes que cubrían nuestro cuerpo al completo. A acto seguido nos dispusimos a encontrar un lugar de residencia óptimo para pasar la noche, pensamos que lo ideal sería buscar el laboratorio antes de que se pusiese el sol y pasar allí la noche. Después de una larga y sofocante caminata logramos encontrarlo, se trataba de un edificio abandonado con un aspecto muy macabro, quizás fuese el silencio más allá del crujir de oxidadas bisagras y el aleteo esporádico de algún ave que ha hecho de este lugar su hogar lo que le otorgaba a este edificio ese aspecto terrorífico esto me provoco una mala intuición. No obstante María estaba muy emocionada y nada más llegar quiso ponerse con los preparatorios y comenzar a investigar , en cuanto al resto del grupo, Sandra y pablo, buscaron un buen lugar para dormir y Alejandro y yo decidimos hacer guardia para asegurar que ningún gamusino entrase en el laboratorio, la noche comenzó siendo muy tranquila no se veían indicios de que en el interior de ese establecimiento se encontrase ninguna criatura, fuimos alternado las horas de sueño y las guardias respectivamente ,pero en el instante menos inesperado comenzamos a percibir un sonido muy agudo parecido al de el llanto de un bebe y decidimos explorar para ver de que se trataba , estábamos ante lo que parecía un gamusino mal herido que gemía tres haberse clavado una alambre que se encontraba en una de las salas del edificio . No decidimos matarlo era importante mantenerlo con vida con el fin de facilitar la investigación, así que lo encerramos en la habitación y fuimos a visitarlo espontáneamente el resto de días para estudiarlo.



CAPITULO 5





Se sucedían los días con tranquilidad y María casi había logrado ya encontrar una cura contra la epidemia, pero, para nuestra sorpresa el quinto día sufrimos un ataque de cientos de gamusinos que se habían percatado de nuestra presencia. Rápidamente nos armamos y equipamos con lo que teníamos, también hicimos una barricada frente a la puerta, el miedo que nos suponía la situación nos hizo reaccionar con mucha frialdad y comenzamos a matar como auténticos psicópatas, pero los gamusinos no cesaban de aparecer por todos los rincones del laboratorio, nos habían rodeado, decidí hacer una acto heroico y ser el señuelo que los sacara de allí. Estas criaturas adoraban la sangre así que mediante varios cortes en mi cuerpo provocados con la intención de atraer a los gamusinos comencé a correr hacia una salida y estos desesperadamente me siguieron, mientras me seguían me giraba de vez en cuando para dispararles y poco a poco fui acabando con ellos, pero en unos de estos giros tropecé y mi cabeza impacto fuertemente con el suelo, me desmaye.



 
Capitulo 6



Mediante un escalofrió abrí los ojos rápidamente, tenía una visión de la realidad algo distorsionada, no distinguía los colores, lo veía todo en blanco y negro no entendía lo que estaba pasando, me temía lo peor pensé que me había transformado, pero elimine esa idea de mi cabeza cuando vi que mi cuerpo aun se conservaba en un estado normal.

Volví corriendo al laboratorio y nada mas llegar encontré a María llorando junto a Alejandro en la sala de los experimentos. Por lo que me contaron Sandra y pablo habían fallecido siendo devorados por los gamusinos, no quedaban restos de ningún cadáver, me extrañe bastante y reflexione sobre porque a ellos los habían devorado y sin embargo a mi me habían dejado con vida. Le conté a María lo que me ocurría en la vista, pero esta lo ignoro se enfado bastante al observar que el fallecimiento de mis amigos no había causado ningún estrago en mi persona. Realmente no estaba conmocionado por el suceso.

A los pocos instantes comencé a mutar, mi piel cambió de color, me dolía todo el cuerpo y encima seguía viéndolo todo en blanco y negro, estaba hambriento e intente atacarGAMUSINOS a María y Alejandro. Pero estos reaccionaron mediante una violenta represión en la cual me clavaron un dardo tranquilizante y quedé dormido, me encerraron en una jaula y me alimentaron durante el resto de días.

Finalmente María logró encontrar una vacuna contra la epidemia pero no quería probarla aun conmigo por si tenía efectos secundarios.

María y Alejandro decidieron volver al distrito ya que allí nos encontraríamos a salvo.







Capitulo 7



El gobierno se había enterado de lo ocurrido y de que traíamos a un infectado, lo que se consideraba un delito, estábamos en busca y captura por la policía. Decidimos ocultarnos en mi casa de campo mientras María y Alejandro probaban la vacuna antes de inyectármela. Pero varios días después nos localizaron y rodearon la casa. Se escuchaban helicópteros y montones de sirenas, había varios francotiradores que nos tenían controlados, ante esta situación María me inyecto la vacuna sin ninguna represalia y caí dormido al instante.

Un fuerte sonido me despertó, en ese momento un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, no lo podía creer, estaba ocurriendo, nunca me había planteado ninguna situación parecida.

Rápidamente salte de mi cama y huí de la habitación, comencé a verlo todo borroso, noté como poco a poco mi cuerpo se dormía y no pude reaccionar, toda la rabia acumulada en mi interior me hizo salir de ese extraño estado de shock y comencé a percibir el estresante sonido que emiten las sirenas de la policía, entonces me encerré en el vestidor y en un acto de valentía recurrí a mirarme en el espejo , no podía creer lo que estaba viendo , una profunda sensación de satisfacción me lleno por dentro volví a ser normal aunque una herida muy desagradable en mi costado me hizo dudar sobre si realmente seguía vivo.

Sin más dilación agarre una de mis camisas y me hice un torniquete. A acto seguido escuche otro fuerte sonido y una sensación de fatiga provoco mi desvanecimiento.

6) PROYECTO: EL LABERINTO DE LAS ALMAS


El laberinto de las almas


Capítulo 1



La luz de la luna reflejada en mi medallón era una de las pocas cosas visibles en la oscuridad de la noche, por lo que era difícil cortar la carne del lobo que acababa de cazar. Recogí los utensilios de caza, me eché al hombro una parte de la piel; el resto lo deseché, no merecía la pena.



Anduve por las calles oscuras mientras vigilaba mi retaguardia. El candil que llevaba iluminaba demasiado poco, quizás el hechizo del ayuntamiento para evitar que se usara magia había causado la niebla, era más espesa de lo normal. Delante del puente de Orstein había un árbol; a sus pies se encontraban unas setas. Me acerqué a observarlas y vi que se trataban de setas rétilas que servían para crear conjuros de invocación. Cogí las setas ya que podrían darme un gran beneficio.



Caminando por las calles me di cuenta de que algunas aceras estaban barnizadas por algún tipo de magia, pero no le di importancia. Lo más seguro es que fuera un hechizo anti–ratas debido a que hacía poco tiempo hubo una plaga a gran escala.



Al entrar en una calle estrecha al lado de la Plazoleta de las Luces, un chico de unos 10 años se acercó a mí pidiéndome ayuda. Reconocí la trampa en seguida. Los ojos del niño estaban parcialmente ennegrecidos, propios de un hechizo de invocación. Me puse a la retaguardia, saqué un anti–hechizos, que es un pequeño bote con un botón encima, y mi pistola. El niño empezó a correr hacia un portal que apareció tan pronto como el niño chasqueó sus dedos. Vigilé las demás bocacalles, y de una de ellas apareció un señor mayor con la mano en llamas. Soltó unas palabras mudas y seguidamente empecé a notar como mi cuerpo se iba quedando rígido. Ni siquiera pude usar el anti–hechizo a tiempo; quedé totalmente paralizado. El hombre mayor extendió una manta por el suelo llena de cuchillos. Comenzó a entonar unos fonemas sordos de un lenguaje extraño y los cuchillos se alzaron.



Desperté en el sofá de una habitación oscura. En una de las puertas de la habitación se podía observar la luz de la vela del pasillo que alumbraba la estancia levemente. Había algunas mesas en la habitación, pero estaban tapadas con sábanas; no había sillas, solo había un pequeño taburete al lado del sofá. En una de las esquinas se podía distinguir a una mujer joven, con unos ropajes antiguos, probablemente de antes de la Constitución Mágica.

¿Quién eres? – pregunté asustado.

No importa quién soy. Solo necesitas saber que te he salvado – respondió.

Su voz era dulce y melódica; rara, y sorprendentemente perfecta para mis oídos.

Has tenido suerte – volvió a entonar esa voz –, de no ser por mi puntería habrías muerto.

¿Cómo pudiste salvarme?

Puntería, es todo lo que necesitas para parar unos cuchillos; con una pistola no puedo fallar.

No lo entiendo, si las calles están hechizadas por un conjuro anti–magia, ¿cómo es posible que pudiera utilizar la suya? – pregunté con curiosidad.

Un mago poderoso, ¿por qué crees que tuviste tanta suerte? Además, le quitaste sus setas rétilas, es normal que te atacara.

¿Y por qué me ayudaste?

Tu medallón.

¿Qué pasa con él?

Está ligado a tu alma con un potente hechizo. Hubiera sido muy grave que un mago de tanto poder tuviera en sus manos el control sobre ese enlace.

¿Por qué?

Demasiadas preguntas, eres muy curioso – dijo sonriendo –. Los magos tenéis demasiada curiosidad, por eso sois tan peligrosos.

¿Qué? No soy un mago – respondí confuso.

Espera, eso no tiene sentido. Sé reconocer un mago cuando lo veo.

Las personas se equivocan, ¿sabes? – dije con sorna.

Yo no – dijo con seriedad y preocupación –. De todas formas tienes que irte, es tarde. El torneo va a empezar en breve, menos mal que estamos al lado.

¿Cómo sabes que iba a participar?

Nadie sale a la calle en estos días si no es para asistir al torneo.

Vale, ¿tienes baño?

Claro, al fondo del pasillo a la izquierda.







Capítulo 2



Salí por la puerta trasera ya que era mucho más segura a aquellas horas de la mañana. Estuve caminando hasta la Plaza del Nigromante, donde se celebraba el torneo. Observé que algunos magos estaban en la zona de los espectadores. Quizá más de uno era un infiltrado del gobierno, Solían estar por ahí por si las cosas llegaban a ponerse complicadas.

Fui a la zona de los participantes y apunté mi nombre en la tabla. Debajo de ellas estaban las normas:



  1. No pueden participar magos.
  2. No pueden utilizarse armas de fuego
  3. Está terminantemente prohibido el uso de cualquier arma con poder mágico.



Después estaban las normas comunes, pero no había ningún cambio importante desde la última vez.

Cuando iba a comenzar me fijé en que vino la mujer que me salvó. Se la notaba algo preocupada. Subió a la zona de los jueces a hablar con uno de los ancianos que formaban parte del jurado.

El árbitro anunció el comienzo del torneo. El primer combate fue bastante rápido: se enfrentaba el ganador del mes pasado contra un cazador jóven que no logró pasar de los treinta segundos.



Me llamaron para participar en el segundo combate. Me enfrentaba a un herrero con una magnífica espada. Antes de desenvainar la mía, comprobé el estado de mi armadura. Después levanté la mano en señal de estar preparado.



El combate comenzó con el ataque de mi oponente, supe parar el golpe casi sin dificultad. Mi estrategia en este combate era simple. Su espada parecía pesada, por lo que esquivar un ataque podría darme una victoria sencilla. Me defendí un buen rato hasta que vi mi oportunidad haciendo un amago al atacar. Seguidamente realicé una tanda de estocadas rápidas, incidiendo en las zonas más difíciles de alcanzar para él. Como suponía, su espada era pesada: le costaba bastante moverla para defenderse. No dejé que se repusiera, mis continuos ataques le agotaban. Mi último ataque fue por la izquierda. Él había perdido el control de su espada en una defensa algo tardía. Mi espada rompió su armadura y le hizo una herida en el brazo.

Sonaron algunas trompetas de fanfarria y la multitud aplaudió con fuerza. Rápidamente, los médicos fueron a socorrer al herrero y el árbitro anunció mi victoria.

Salí del centro del escenario, fui hasta la zona de los participantes a reponer mi armadura. Al sentarme se me acercó la mujer que me salvó.

Has luchado muy bien – dijo esbozando una sonrisa.

Gracias, pero me temo que he luchado contra un contrincante fácil – respondí.

No creas, ese herrero es conocido por sus armas y tiene una academia de lucha.

El problema es que mi siguiente contrincante es hijo del rey del norte.

Bah, ese lo único bueno que tiene es su espada: la obtuvo pagándole a un mercenario para que se la consiguiera – dijo de forma burlesca–. Además, le he visto luchar; quizá sea mucho más fuerte que ese herrero pero tú lo eres más. Ánimo – añadió.

Gracias.





Pronunciaron mi nombre. Estaba algo nervioso, sabía que algo iba a salir mal, pero al levantarme y ver a todo el mundo mirándome con mucho interés me animé.

Mi siguiente contrincante se llamaba Jack, aunque se le conocía como el Último Gigante. Se decía que su nombre se debía a que supuestamente acabó con el gigante de la Montaña Rocablanca que custodiaba su más preciado tesoro: la Espada Obsidiana.



La espada obsidiana tenía la capacidad de romper cualquier objeto hechizado sin importar el poder de protección. Es un arma legendaria, pero está permitida en este combate, pues no tiene ningún efecto especial a excepción del anterior.

Al acercarme al centro de la pista para el saludo cordial entre los contrincantes, Jack me miró con una sonrisa pícara, deseando acabar conmigo.





Empezó el combate y Jack tomó la iniciativa de atacar primero. Defendí tan perfectamente su estocada que le hice desestabilizarle. Aproveché para atacar, pero sorprendentemente, tuvo los suficientes reflejos como para estabilizarse de nuevo y defenderse.



Mi siguiente estrategia era algo más complicada: Jack era muy insensato así que buscaría la forma de hacer que me lanzase una poderosa estocada al costado derecho, pues tenía la certeza de poder parar cualquier ataque desde ese lado gracias a mis entrenamientos; tendría que romper mi posición defensiva y acometer contra él, sonaba más fácil de lo que en realidad era.



Me lanzó una variedad de ataques poderosos que acabaron por resquebrajar mi espada. Debía ganar porque mi espada no resistiría durante más tiempo.

Cambiando mi posición defensiva, dejé al descubierto mi lado derecho, o eso era lo que quería que pensase. Cayó en la trampa: atacó en seguida a mi lado derecho y lo defendí. Tras parar el golpe me abalancé sobre él. Le pilló por sorpresa.

Asombrosamente esquivó el filo sin problemas, nadie podría haberlo hecho. Era rápido. Muy rápido.



Me puse otra vez a la defensiva y traté de parar algunos golpes más hasta que mi espada se rompiese. Finalmente mi espada cedió. Aproveché ese momento para dar una estocada en su costado, pero volvió a reaccionar de forma inhumana. Su último ataque atravesó mi pecho.

Un esplendor proveniente de mí iluminó todo el recinto, cegando al público. Los grandes ancianos de la zona lanzaron algunos hechizos para tapar el foco de luz.

Después me desmayé.





Epílogo



Desperté en un sofá que me resultaba familiar.

"Voy a acabar acostumbrándome a esto" – pensé.

Segunda vez que sobrevives a un ataque mortal. Chico, echar la lotería no te vendría mal – dijo una voz conocida.

¿Otra vez tú? – pregunté.

Sí. ¿Sabes qué? Tenía razón, eres un mago.

¿¡Qué!?

Que eres un mago, y de los poderosos. ¿Recuerdas tu medallón, el que estaba ligado a tu alma?

Sí, ¿qué pasa con él?

Absorbía tus poderes. Cuando la Espada Obsidiana rompió el medallón se liberó todo tu potencial – dijo riéndose–. ¿De dónde lo sacaste?

No lo recuerdo, siempre lo he llevado puesto – respondí.

Pues alguien no quería que fueras mago. Según los ancianos, el medallón tenía otro hechizo muy potente, a parte de absorber tu poder: Ocultación. Nunca te lo quitaste porque no podías. Se comunicaba con tu mente para que no te lo quitases. Sea quien sea quien te lo puso, se ha estado alimentando de tu poder. Aunque tenemos una ligera idea de quién puede haber sido.

¿Quién? – pregunté.

Demasiada curiosidad, ¿no crees?


8) PROYECTO: FERMÍN


Capítulo 1

(Punto de vista de Amador)

En esa mañana lluviosa y fría de enero se oyen ladridos de un perro y unos pasos aproximándose a la puerta principal de la casa.
En ese momento, me doy cuenta de que algo no va bien. Miro a mi alrededor y veo un escenario algo trambólico de una noche de desfase total a lo película ''Resacón en las Vegas'', tres mujeres sin dar señales de vida tiradas en mi cama. Lo único que recuerdo fueron ese par de copas junto a mi compadre Fermín, mi fiel compañero desde la infancia, en el bar de Mou celebrando mis 20 años.
No lo encontraba por ninguna parte, sólo veía los deterioros de una casa destrozada por completo, el timbre de la casa no paraba de sonar y el perro ladraba. No se que hacer, tengo unas desconocidas en mi cama, mi teléfono esta K.O y temo que sea alguna de nuestras madres o parejas. La cabeza me da vueltas, decido ir a lavarme la cara rápidamente pero me encuentro un panorama fuera de lo normal. Es nuestro colega Jamones semidesnudo comiéndose muslitos de pollo de manera ansiosa como si llevase años sin comer.
    • Pero, bueno, tronco, ¿me puedes decir qué haces?
    • Comé o, ¿es que no lo vé pisha? – Hablando con acento andaluz.
    • Vale, vale tío, pero no salgas de aquí.
    • ¿Qué ta' pasao' que esta' mellao'?
    • ¿Qué dices? ¿qué me estás contando?
Giro bruscamente la cabeza hacia el espejo y veo mi boca ensangrentada. Me acerco y veo como me falta media paleta. Empiezo a sentirme mareado y finalmente me desplomo...

Capítulo 2

(Punto de vista de Fermín)

Viendo algo de manera distorsionada y todo dándome vueltas, me encuentro flotando con unos manguitos amarillos con forma de pato y un gorro de paja, en una piscina hinchable. Saliendo lentamente de la piscina me veo en paños menores con la piel amarilla como un personaje de los Simpsons. Miro el escenario en el que me encuentro, hay muchos restos de vehículos y con mi conocimiento en mecánica sé que estoy en un desgüace, totalmente inhóspito. Intentando salir de este lugar me encuentro con un extraño hombre de piel morena, con un bigote muy largo y ondulado y, un gorro muy grande. Por su aspecto deduzco que es de origen mexicano.
    • Quillo, ¿me puede' desi qué hago aquí? - Dijo Fermín al extraño.
    • Ándale, el pinche gringo ya se levantó, voy a avisar a Ramíres. Yo que usted me iba sentando donde está. - Con acento mexicano mostrándole un arma de fuego.
    • Venga, vale, pero dile que no tarde al Ramíres ese que estoy desmallao'.

(Llega el Capo Ramíres, alias “el Topo” rodeado de escoltas armados y coches lujosos).

    • Illo, illo, illo, este tiene pinta de shungo eh... Mejor me voy yendo yo solito pa' la casa y nos dejamos de historias que no está el horno pa' bollos.
    • Tú no te muevas pendejo, no sabes en que lío te has metido.
    • ¿Y yo que hesho? No me rayes Pancho Villa que estás pillao'.
    • ¿A qué bobo se le ocurre meterse con la mujer del Capo Ramírez? El narco más conocido de todo México.
    • ¿México? ¿Dónde vaaaa loco? ¿Y de qué muje' hablas tuu?- dijo Fermín en estado de shock.
    • La Rubí, la mujer más bella de México wey ¿es que todavía no sabes ni dónde estás parado? - Le respondió el hombre a carcajadas.
    • Pues no, no se ni dónde estoy y encima tu no me dise na pisha... Ogg.
    • Usted está en México secuestrado por el Cartel de Sinaloa.
    • Ojú... - Con la cara pálida.
Sintiéndome muy nervioso, veo que el extraño se levanta dirigiéndose hacia mí. Me asusto y reacciono propiciándole una patada rápida en la espinilla. Estando el hombre dolorido y algo confuso me veo con la oportunidad de salir corriendo y escapar, en lo que escucho un disparo y me lanzo al suelo enseguida.
Ya en el suelo, el extraño me alcanza dándome una serie de puñetazos y patadas por todo el cuerpo hasta dejarme finalmente inconsciente.

Capítulo 3

(Punto de vista de Amador)

Cansado de levantarme tantas veces sin recordar nada, sin poder abrir los ojos, noto cómo me agarraron mi mano con afecto. Escuchaba a lo lejos voces que me resultaban muy familiares pero no lograba asociarlas a nadie. Tampoco podía articular palabra ni moverme, estaba completamente paralizado como si de un vegetal se tratase. Pasaban los días como años y yo seguía en aquel habitáculo, frío, sin saber dónde estaba y sin poder despertarme de aquel amargo e impotente estado.
Un día más, me levanté de la cama, algo raro me pasaba. Notando un molesto picor en uno de los orificios de la nariz tuve un acto reflejo rascándome con mi mano derecha. Sin darme cuenta, había sido capaz de mover mi mano, algo que no lograba hacer desde hace muchos días..
Tras esto, abrí los ojos desesperadamente, con la vista nublada tras la larga temporada dormido, empiezo a gritar para que viniera alguien a explicarme todo.
    • ¡Eeeeeeeh! ¿Hay alguien ahí? ¡Socoooooooorroooooo!
    • ¡Calla estúpido! Que viene “la Cuchillos”. - Saltó una mujer con media cara quemada.
    • ¡Ay mai! Que fea... ¿Y tu quién eres?
    • Yo Violeta. Tú, violeto recién llegado al planeta de los Jupiteños, ¿qué haces aquí?
    • Pues yo que sé, me acabo de levantar, eso quiero que me expliques tu loca.
    • Otro igual..., ¡qué yo no estoy loca! A parte todo el mundo me teme, ¿cómo te atreves a decirme eso en mi planeta?
    • Después dice que no está loca... - Susurra Amador - ¿Qué dónde estoy, ostias? Que planeta ni planeta, loca que estás loca.
    • Mira a mí no me vaciles eh, te lo digo. ¿Quieres irte de aquí? Pues vete.
    • ¿Y cómo me voy?
    • Pues por la pueeeerta – Alejándose poco a poco hasta que desaparece por el conducto de ventilación.
    • ¡Oye, tú! 'Pera, 'pera que voy pa' allá.

Conseguí escapar de aquel manicomio en el que me encontraba a través del conducto de ventilación gracias a Violeta.



Capítulo 4

Comencé a reincorporarme en la sociedad trabajando con Violeta en el negocio de su hermano, Antonio Recio, algo loco y tacaño. Trabajaba 12 horas al día de pescadero en su pescadería por apenas 2750 pesetas.
El primer día de trabajo me puse a leer el periódico ya que no venía ningún cliente y violeta no paraba de hablarle a su amigo invisible. En la portada salía un título en el que decía: “Se buscan a estos dos jóvenes de origen marbellí desaparecidos hace 2 semanas” y una foto mía y de mi compadre Fermín. Me asusté mucho y decidí ir a casa de mi madre para detener toda la polémica y supiese que estaba bien.
Ya en la calle de mi casa veo todo rodeado por un cordón policial. Parecía de película. Muchos coches policiales, una ambulancia y muchos medios informativos grabándolo todo. Entré por la puerta trasera de la urbanización para no armar un alboroto. Afuera, en la puerta, me detiene al paso un policía preguntandome quien era yo. Enseguida se percató de que yo era uno de los desaparecidos por la cual se había montado toda la investigación.
Entramos a la casa. Estaba todo al estilo C.S.I con la policía cogiendo huellas y demás. Mi madre bajó corriendo las escaleras y entre lágrimas me abrazó.

    • No entiendo nada. - Me dijo mi madre.
    • Lo sé mamá, yo tampoco. ¿Dónde está Fermín?
    • La policía está en ello, parece ser que lo han secuestrado.
En ese momento sentí como un escalofrío helado recorrió todo mi cuerpo y no podía reaccionar.

    • No te preocupes hijo, la policía está en ello y han hecho grandes avances desde entonces.
    • Pero, pero...
    • Ya esta hijo, tumbate en tu cuarto y descansa. Por cierto, me habéis dejado la casa hecha un asco y esto no quedará así.
    • Puf, lo siento. No se que nos pasó.
Me acerqué a un policía el cual, parecía ser el jefe de la investigación y le pedí que me pusiera al día con el paradero de Fermín.

    • Fermín Trujillo ha sido secuestrado por un cartel mexicano. - Me dijo.
    • Pero que dices chalao'. ¿Dónde está mi colegaso? ¡¡Que os mato a to's!!
    • Relajate, ya le hemos localizado en un desguace abandonado al norte de la cuidad de México.
    • ¿Y cuándo pensáis ir a rescatarle?
    • No es tan fácil, llevamos esperando una semana a que nos llamen para una negociación.
    • ¿Qué negociación? Hay que ir a rescatarle y hacer justicia con toda esa calaña.
    • De eso nada, allí las cosas no son como aquí. Son gente peligrosa, armada y no les tiembla el pulso a la hora de asesinar a alguien.
    • Ay mai, mi compadre que me lo van a matar...

CAPÍTULO 5

Pasaron años y la policía abandonó el caso por falta de medios para realizar algún intento de rescate o de investigación internacional.
Yo núnca me rendí, recaudé dinero en varios trabajos para viajar a México y poder resolverlo por mi cuenta. Cumplidos los 30, viajé a México con el deseo de conocer y encontrar a mi compadre. Empecé buscando por pequeños pueblos de los alrededores y a los dos meses sin ningún resultado positivo decidí ir a la ciudad.
Una mañana desayunando en una cafetería, me puse a leer los periódicos y vi en un titular la foto de una familia, al parecer, de origen mexicana, nombrada como la familia mexicana más cotizada. Se llamaba “la familia Trujillo”.