De este primer trimestre tenemos proyectos muy interesantes sobre historias originales basadas en elementos narrativos.
Aquí tenéis algunos ejemplos.
1) Proyecto: AMIGOS DE VERDAD
AMIGOS
DE VERDAD
Capítulo
1
Una
mañana más como cualquier otra. Me levanto, desayuno y preparo los
libros para ir al instituto. Mi madre me riñe porque llegaré tarde
un día más. Ahora es cuando finjo darme prisa para que deje de
regañarme, bajo las escaleras corriendo y salgo sin cerrar la puerta
mientras mama sigue diciendo:
Ordenar
el salón. Es algo que tengo que hacer todos los días después de
jugar con Meow, mi gato. Lo único interesante que hacer por las
tardes después del instituto es inventarme historias heroicas con él
como protagonista. Alguien pensaría que estoy loco o que soy muy
infantil, pero como no tengo amigos, para mi es algo que me agrada y
entretiene. Justo ayer conseguimos superar la prueba para convertirse
en “héroe”, fuimos al estanque detrás de la casa y lance todo
el paquete de galletas con forma de pescado, entre ellos estaba el
“Señor del Lago”, la galleta de chocolate. Esas galletas
desprenden un olor agradable para los gatos, a si que atrajeron a
los gatos de los vecinos. Me lo pase en grande viendo como Meow
intentaba conseguir la galleta de chocolate. Al final le eche una
mano y se la acerque. Haciéndole a él ganador de “La Gran
Prueba”.
Luego
de eso le prepare en el salón algo parecido a un banquete junto con
los otros gatos, les puse leche y las sobras de pescado de la noche
anterior. A mama no le molesta que entren en casa los gatos de la
señora Smith y la señora Adams porque son amigas de toda la vida, y
un dato aun más importante, mi madre es fanática de los gatos.
Estoy
deseando que acabe la mañana para ir corriendo a casa a jugar con
Meow.
Capítulo
2
Es
un lago enorme y bello, de un azul abrumador. Brilla con el sol en lo
alto del cielo. La cascada, al fondo del lago, emite el sonido
tranquilizador del agua al caer. Estoy nervioso y me dispongo a mirar
mi reflejo en el agua, mientras los demás participantes se preparan
el cual yo llevo preparando desde hace tres días. A veces soy muy
exagerado pero es mejor así.
─
Venga Meow no te pongas nervioso ─
Me dice la divinidad. Por si no la conocéis, es la voz que me habla
desde que soy un bebé. Ella siempre me intenta ayudar y eso hace que
nunca me sienta solo.
─
Es imposible que no esté nervioso,
participa el excampeón Lancelot, el chico que vive dos casas de la
mía, y el pescadero Arturo, a cual dicen que es el favorito este
año. No tengo posibilidades─ dije.
─¿Eso
acaso importa? Tú eres Meowstic Di france, el elegido por la
divinidad.
─
Si tú lo dices...
“La Gran Prueba” está a punto de
comenzar, El juez está llamando a los participantes mientras me
dirijo hacia mi posición asignada. Nuestra prueba consiste en
seleccionar a un nuevo héroe cada diez años, el contenido a superar
en la prueba cambia depende de la época del año. Ahora estamos en
verano y la prueba que nos ha asignado el Mayor Helvin, es la captura
del “Señor del Lago”, la criatura gigante que habita en el lago
de la ciudad con el tamaño de un cíclope de los antiguos mitos. Se
saben muy pocos datos de esa “criatura”, se dice que tiene muchos
colmillos, tan largos y afilados como los estoques de los caballeros
de esgrima, una larga cola como la estela de las estrellas fugaces y
se mueve tan rápido como el rayo. Pensado como un enemigo temible
por los grandes sabios del pueblo.
Me
asombro al girar la cabeza hacia mis compañeros, no están nerviosos
y no solo eso, presentan más confianza de antes. Escucho el pitido
inicial y me lanzo al agua. Al tocar el agua, empiezo a notar que
está helada, como un gélido carámbano de las cuevas más frías
del polo. Me mantengo a flote y busco con la mirada a mi presa, o
debería decir, mi cazador. La criatura se encontraba delante de mí,
a un par de olas de distancia, al verla de cerca puedo comprender
lo tan majestuosa que es, las almohadillas de mis extremidades
empiezan a sudar, a pesar de la temperatura del agua. Me doy cuenta
que estoy aterrado. No sé qué hacer. El pelo mojado me dificulta el
movimiento, las olas me impactan en la cara mientras lucho por
respirar. Puedo ver a Lancelot con su estoque parando alguna de las
agujas de semejante bestia, parece una batalla a iguales hasta que la
criatura le asesta un coletazo que lo desarma, haciendo que su arma
se hunda en el fondo del lago.
Me
dispongo a hacer algo y comienzo a nadar hacia el objetivo. Mientras
me acerco veo como Arturo está combatiendo lo en este mismo
instante, pero algo ha cambiado, la bestia esta enloquecida. Arturo
está en problemas. Tengo que ir a salvarlo pero... Tengo miedo. No
puedo hacer nada.
Capítulo
3
Estoy
en el aire. Estoy cayendo hacia “el pez”. No entiendo nada hace
un momento me encontraba luchando por poder nadar para salvar a
Arturo. Ahora me encuentro cayendo empicado. Mágicamente he llegado
hasta aquí.
─
¡Ayuda!─ dice Arturo.
A
continuación saco mi estoque, este, roído y viejo, es lo único que
tenía en casa que me pudiera servir. Por la fuerza de la gravedad
consigo clavarle mi hoja en la espalda. Este se enfurecido aún más,
comenzando a zarandearse de un lado a otro intentando deshacerse de
mí. Yo me aferro a mi espada con todas mis fuerzas, pero la fuerza
del animal es grotesca y termino despedido por los aires. Mientras
vuelo, puedo ver como Arturo consigue escapar gracias a mi
distracción, pero también puedo ver cómo viene hacia mí la
criatura más terrorífica que he visto en mi vida.
***
─
Vamos Meow, despierta─ dije
entusiasmado ─Tenemos que seguir jugando. No creo que me entienda
pero aun así le hablo, mi madre muchas veces me dice que no tengo
remedio, pero no me importa. Oh, Meow por fin se levantó. ─Bajemos
al salón allí podremos jugar mejor, quédate allí mientras cojo el
desayuno y lo preparo todo.
Mientras
bajo las escaleras, me doy cuenta de que ayer con las prisas, deje
tirado el abrigo en el suelo. Me dispongo a recogerlo. Lo cojo y noto
algo en el bolsillo del abrigo. Es la gomilla del pelo de Susie. ¿Qué
quién es ella? Mi novia, por supuesto. Soy un tipo bastante
atractivo después de todo. Ahora después iré a devolvérsela.
Mi
gato es muy bueno y obediente, y siempre me hace caso, es por eso que
nunca me preocupo de que pueda escaparse o destroce el salón. Hoy lo
voy a recompensar con un extra de leche, seguro que se pone súper
contento. Me dirijo al salón y lo observo, está lamiéndose la
patita. A veces pienso, que es demasiado mono. Le dejo el desayuno y
me siento en el sofá a mirarlo fijamente. Cualquiera que me viera
hacer esto, pensaría que estoy enamorado de él, comienzo a reírme
solo. De verdad, no penséis que estoy loco.
Capítulo 4
Hace
una noche fantástica. La luna esta en lo alto brillando
intensamente. Si creyera en las historias que cuentan los sabios,
tendría miedo de ser comida de un hombre lobo. Aunque después de
ver a aquella criatura del lago, me creo cualquier cosa. No solo
todavía sueño con aquel miedo que sentí cuando se dirigía hacia
mí, si no, me quede más impactando viendo como la criatura se
partió en dos por arte de magia. Ni que decir tiene, que aquello me
salvó, y por otra parte hizo que la gente pensara que yo lo había
hecho. Claro es de locos pensar que se murió solo. Me he llevado
toda la gloria, pero definitivamente no hice nada.
─
Meow, ¿Por qué estas triste?─ Me
preguntaba la divinidad, que novedad ¿no?
─
Ahora con quién menos quiero hablar
es contigo, seguro que tienes algo que ver con lo que paso esta
mañana ─ No lo pienso de verdad, pero no recibo respuesta, a si
que eso me hace dudar, pero cuando voy a preguntar de nuevo me
interrumpe una voz llamándome desde el banquete. Dejo la cosa estar
y me dirijo ha cenar. ¡Qué hambre!
***
¡Ding,
dong! Así suena la puerta de la casa de Susie. Quiero ver cómo
reacciona cuando me vea con la gomilla. Seguro que se pone muy
contenta. Escucho los pasos a la puerta, suenan más de los típicos
pasos, mínimo hay una persona más. Rectifico, una no, varias.
Cuando se abre la puerta puedo verlo claramente, era una fiesta y
Susie, mi propia novia no me había invitado. Delante de mí hay un
chico bastante alto, y de su brazo está agarrada Susie. Que está un
poco borracha.
─
Mira, es el rarito ─ dice el chico
mientras me señala riéndose.
─
Hola Jack ─ Me dice Susie.
─
Susie, ¿Qué es todo esto? ─ Le
pregunto ─ ¿Por qué no me has invitado a la fiesta?
─
No necesito invitar a aburridos como
tú… ¡hip!... Estoy harta de que hables todo el rato de tu gato.
Este chico me trata mejor que tú. Adiós Jack, que te vaya bien con
tu gato.
Y
se cierra la puerta. Me quedo en el mismo sitio, intentando asimilar
lo que había pasado. Esto quiere decir que hemos roto, así de
repente, como si nunca hubiera sido nada. De pronto se me llenan los
ojos de lágrimas. Pensaba que de verdad disfrutabas escucharme
hablar de mi gato. Sin embargo esto es lo que ella pensaba de verdad.
No la conocía tanto como pensaba, estaba tan obsesionado con Meow
que no me he dado cuenta.
Capítulo
Final
He
perdido a mis amigos y mi novia por ese gato. ¿Por qué mama tuvo
que comprarlo? Si nunca lo hubiera comprado no hubiera pasado esto.
Saco la llave y la meto en la cerradura. Está echada a sí que mama
no está en casa. Allí esta tranquilamente en el peldaño de la
escalera, donde normalmente me espera cada día. Me voy directo hacia
él y le pego una patada con todas mis fuerzas.
Estoy
muy cansado. Me dirijo al salón. Me siento, y enseguida me quedo
dormido. Mama me despierta histérica. Y me lo dice, Meow no está.
Lo más probable es que se escapará por aquella patada.
─
Ahora mismo iré a buscarlo mama, no
creo que este lejos.
No
sé cuántas horas llevaría dormido pero ahora está lloviendo. Cojo
el paraguas y salgo. Tras buscarlo durante horas, no lo encuentro y
me frustro. Si tan solo no le hubiera dado esa patada. Pero pienso en
Susie, y me pongo a llorar. Estoy entre la desesperación, el
arrepentimiento y congelado de frío.
***
Este
pescado esta delicioso. Bueno después de este banquete creo que será
mejor volver. Pero… ¿Qué es eso? Detrás de mi hay un cancerbero,
esa criatura mítica de las que hablaban los sabios. Sus tres cabezas
ocupan todo el espacio. No tengo opción de escapar. Mientras decido
que hacer, la criatura mitológica se va acercando cada vez más con
cara de pocos amigos. Me pregunto si me habré comido su cena.
Empieza
a pasar algo extraño. La criatura se está dividiendo. ¿Qué? Ahora
son tres perros. Todo a mí alrededor está empezando a cambiar. Pero
hace un momento estaba en las inmediaciones del comedor del
ayuntamiento principal. No entiendo nada. Sin previo aviso los perros
callejeros se abalanzaron sobre mí.
***
Y
allí lo veo, tirado en el suelo. O a lo que queda de él.
─
¡Y todo por pensar que era culpa
tuya! ─ digo maldiciéndome a mí mismo y gritando
desconsoladamente sin poder dejar de ver el cuerpo sin vida, de el
que fue mí único amigo de verdad.
2) Proyecto: LA NOCHE QUE LA LUNA SALIÓ TARDE
LA
NOCHE QUE LA LUNA SALIÓ TARDE
Capítulo
1: Él
Eran
las 7 en punto cuando apagué el despertador, hacía una mañana fría
de noviembre en Estepona. Era viernes, y salté de la cama dispuesto
a acabar rápidamente con el día. Cogí la ropa que había preparado
el día anterior, y entré al cuarto de baño en calzoncillos, estaba
helado, así que encendí el viejo calefactor. Me miré al espejo y
empecé a poner posturas de modelo, para luego acercarme más, ver
las imperfecciones y dejar de mirarme. Traté de ducharme rápidamente
antes de que el calefactor se apagase solo, cosa que ocurría siempre
porque al ser antiguo, funcionaba con una resistencia que debía
enfriarse a cada rato. Fue imposible salir a tiempo por culpa de la
temperatura del agua, que al mover el grifo medio centímetro hacia
la derecha, salía helada, y parecía venir de Mordor si lo movía
medio centímetro a la izquierda.
Me
sequé pasando frío y procedí al secado de pelo, así que cogí el
pequeño secador, que era perfecto para mí, así como no lo era para
cualquier otra mujer, que necesita un reactor de avión para secarse
el pelo. En esto las mujeres no escatiman en precio ni calidad, al
igual que sus productos de belleza y geles. Una vez vestido y
peinado, me puse las lentillas para ver el resultado final, cada día
era una sorpresa. Volví a poner caras al espejo y miré la hora. Se
hacía tarde y salí directo a la cocina.
El
desayuno consistió en un vaso de leche bien fría con exactamente 8
galletas y un cruasán de chocolate calentado 5 segundos en el
microondas, por que así queda crujiente por fuera y caliente por
dentro, que contrastando con la leche fría crea un efecto delicioso.
Esto debe ser lo que llaman “los pequeños placeres de la vida”.
Al acabar, salí de la cocina rápidamente en dirección al cuarto de
baño para entrar antes que mi padrastro, que es capaz de estar media
hora en el baño, es curioso como nos miramos cuando sale del
servicio, pues yo huelo perfectamente lo que ha ocurrido y él rehuye
la mirada y sale rápidamente. Aguantando la respiración, me lavé
los dientes y la lengua y salí a hacer mi cama y a coger la mochila.
Puse
rumbo al instituto, con los auriculares puestos para evitar el
contacto con cualquier persona y ruido. Una vez en la clase, esperé
paciente y atento a que pasaran las tres horas que me se separan de
lo que realmente me importaba. La sirena del recreo nunca había
tardado tanto en sonar, pero al fin lo hizo y pude salir al patio,
cerca de ella.
Podía
verla de nuevo, su mirada acomodada sobre dos nubes rojas que de vez
en cuando se dirigía a mí, yo trataba de que no me viera
admirándola, pero no podía parar, su piel tostada acababa en unos
labios de caramelo, su pelo parecía haber cogido el color de las
hojas otoñales, que caían hasta los pechos. Su cuerpo, aunque fuera
de los cánones de belleza, se veía hermoso y equilibrado. Y es que
no concibo el paso del tiempo si no es por ella, porque cada día es
más guapa.
Trataba
de no atender al pequeñísimo detalle de que ella tenía novio.
Parecían quererse mucho mutuamente aunque él era un capullo, lo
conocía de algunos amigos en común y lo cierto es que era un
bocazas. Yo me consideraba mucho mejor que él, obviamente , estaba
celoso. Esperaba el día en que se separasen para poder decirle lo
que sentía a María, pero ese día parecía que nunca iba a llegar…
Mientras
no la estaba mirando, hablaba con mi cada vez más pequeño grupo de
amigos, esto es así porque pocos sobreviven al instituto, y los que
aún quedan han repetido. Es como un filtro que atrapa a los que un
día fueron mis mejores amigos. Yo no era muy popular, ni trataba de
serlo, aunque me gustaba pensar que si me conocían era por bueno.
Hablábamos sobre todo de nuestras penas como estudiantes,
maldiciendo a profesores y a todo lo que nos mandaban hacer. También
tratábamos de reír un poco para amenizar el día, desde vídeos
extraños de Internet hasta bromas, sobre todo sexuales, entre
nosotros. Entre risas y miradas lujuriosas (o acosadoras) acabó el
recreo, todos volvimos a clase. De nuevo pasaron tres horas en las
que se notaba que era viernes.
Capítulo
2: Ella
Como
siempre, me quedé dormida. Me desperté a quince minutos de la hora
de entrar a clase, a si que me levante de la cama, cogí la ropa y
corrí lo más rápido que pude; mientras me ponía el pantalón me
lavaba los dientes y mientras me ponía la camisa me calzaba los
zapatos, a cualquier persona le podía parecer imposible pero creo
que yo ya lo hacía sincronizadamente.
Antes
de salir del baño, me maquillé lo más rápido que pude aunque
estaba claro que en echarse rimel no se tarda mucho. Volví al cuarto
a hacer la cama y en cuanto terminé me dirigí a la cocina a tomarme
el vaso de zumo que me dejó mi madre antes de ir a trabajar, es lo
que suelo tomar por las mañanas ya que no me gusta comer nada desde
muy temprano, mi estómago no esta despierto aun; por último me puse
el abrigo, cogí la mochila y me di el último visto bueno en el
espejo que tenemos en el recibidor. Salí lo más rápido que pude
del edificio y me puse en marcha, como de costumbre, bastante
acelerada.
Por suerte, vivo prácticamente al lado del instituto a si que no
suelo tardar mucho en llegar, el problema son las pesadas escaleras
que están en la entrada, que entre el frío, el sueño y toda la
gente que sube, no son muy agradables de buena mañana. Mi clase está
casi en la otra punta del centro, y aun me quedan más escaleras que
subir, pero por suerte siempre llego a tiempo; es un aula grande con
azulejos de color salmón a mitad de pared y el resto de blanco,
repleta de mesas y sillas a juego de un marrón claro con betas más
oscuras intentando imitar la madera y unas patas de un azul bastante
intenso; por último, hay una pizarra verde bastante desgastadas por
los años junto a la mesa del profesor, del mismo estilo que las
nuestras solo que el doble de grande. Está bien, solo que para mi
gusto es un sitio bastante pesado.
Conseguí
llegar a tiempo, me senté en mi sitio y me dispuse a que las tres
primeras horas pasaran lo más rápido posible, pero por desgracia,
no fue así. Parecía que la sirena no tocaba nunca, creo que era por
la desesperación de verle, de entrar en el único momento del día
en que solo me centraba en una cosa, o mejor dicho, en una persona.
Por
fin llegó el momento, en cuanto sonó la campana salí lo más
rápido que pude; en la puerta estaba Marco esperándome, llevamos
dos años saliendo aunque nos conocemos desde hace mucho más, por
desgracia a pesar de que no debería ser así , no es a él a quien
realmente quiero ver. Marco es un chico bastante guapo, alto y dos
años mayor que yo, es muy simpático y bastante agradable, sin
embargo, no sabe como decir las cosas ya que las suelta sin pensar y
en los peores momentos, en definitiva, la palabra no es su fuerte.
Pero fue el único que estuvo conmigo cuando pero lo estaba pasando
con la separación de mis padres, y a lo mejor estar con él y darle
todo el cariño que puedo es mi forma de devolverle el favor.
Fuimos
a las gradas del patio principal del instituto, y a pesar de que
Marco me hablaba yo estaba bastante ensimismada, buscando sin querer
buscar a quien llevaba todo el día esperando ver, por miedo a que
alguien se diese cuenta de mi objetivo, pero le encontré. Tan
perfecto como siempre, alto, moreno, con una gran espalda y unos ojos
más oscuros de lo normal, Hugo superaba con mucha ventaja a la
mayoría de los chicos a los que conocía. A pesar de todo, no hemos
hablado mucho más que un ''hola'' y ''adiós'', aunque para mi
suerte solemos cruzarnos las miradas un par de veces, las que la
media hora de recreo nos permite. A decir verdad, no se si a quien
mira es a mi o a otra persona, o si siquiera lo hace
intencionadamente, pero es la duda que creo que me ilusiona todos los
días.
Terminó
el recreo, me despedí de Marco todo lo cariñosa que pude en ese
momento y me fui a clase. Gracias a dios, las últimas tres horas
pasaron bastante rápidas y entretenidas; y en cuanto tocó la última
sirena recogí las cosas con la misma aceleración con la que había
llegado a clase.
Capítulo
3: El cazador
Al salir del instituto, mi paso ligero no evitó el encuentro con
María y su novio, que se despedían con un beso y un seco adiós. Yo
nunca le diría adiós, “adiós” suena muy para siempre, un
“hasta mañana” es lo que yo le diría, esperando poder verla al
día siguiente.
Ella
continuó su camino, que es el mismo que yo sigo, ya que vivimos
cerca uno del otro. Sin embargo, tuve que bajar el ritmo para no
acercarme demasiado a ella, así que mantuve unos diez metros de
distancia, incuso cuando esperaba el semáforo. Miró hacia atrás un
par de veces pero no sé si me vio ya que rápidamente miré al
suelo. Había que evitar el contacto visual. Finalmente ella dobló
la esquina hasta su casa y yo continué hacia delante hasta la mía.
Evidentemente, lo hacía todo mal, se supone que tenía que
aprovechar este paseo para entablar amistad con ella de alguna forma,
al menos, hacerle saber de mi existencia.
En
mi casa ya habían comido todos así que cogí mi plato de macarrones
y me lo llevé a mi cuarto, comí mientras veía vídeos en youtube,
que se había convertido en mi pasatiempo favorito junto con las
películas. Al acabar, saqué los deberes y me puse a hacerlos, me
llevó un par de horas acabarlo todo y estuve otra más estudiando
Historia ya que se acercaba el examen. Mi madre salió a comprar, y
me quedé con mis cuatro hermanos pequeños durante lo que se suponía
que iban a ser treinta minutos, que acabaron siendo una hora. Aunque
me quejé indirectamente con un “no veas mamá si has echado
tiempo”, sabía que era mi deber quedarme con los niños y ayudar a
mi madre.
Coloqué
la compra y entonces llegó el padre de mis hermanos. No nos
llevábamos muy bien, a mi me parecía un capullo y no sabía como mi
madre podía estar casada con él. Me gusta imaginar como sería la
vida si mis padres estuviesen juntos. No me quejo, está bien así
porque ya me he acostumbrado pero siempre tendré esa duda.
A
raíz de esto llamé a mi padre, que vive en Madrid, y le conté como
había ido la semana y él me contó la suya. Le hablé de María y
de la ardua misión de espionaje que había llevado a cabo. Él se
rió y me aconsejó decirle lo que sentía a esa chica, a pesar de
que ella tenga novio. Pensé que mi padre estaba loco, pero tenía
razón. Nos despedimos con un “hasta mañana” y le colgué.
Capítulo
4: La presa
A
la salida, ya estaba esperándome Marco para acompañarme todo lo que
podía antes de llegar cerca de su casa. El resto del camino iba con
los cascos, y tomándome mi tiempo, porque la verdad que no tenía
prisa por llegar a casa.
Era
normal que me encontrase con Hugo de camino a casa, aunque nunca nos
solíamos saludar. Pero esa vez parecía evitarme, creo que pensaba
que ni siquiera le estaba viendo, pero sabía que no estaba a muchos
metros detrás de mi, además que eso de esconderse mientras miro
hacia atrás, da mucho el cante. Posiblemente tendría que haberle
dicho algo, y al menos haber entablado conversación, pero preferí
callarme, seguir mi camino y hacer como si nada.
Llegué
a casa más tarde de lo normal, y saludé a mis dos perros que como
siempre me recibían tan alegres. En la mesa ya estaba mi madre
esperándome para comer, había hecho mi plato preferido y me lo comí
con bastantes ganas. Después de comer y de recoger la mesa me puse a
estudiar, aunque la verdad que no estaba muy centrada. Me pasé todo
el día dándole vueltas a las libretas hasta que me cansé y me fui
a ayudar a mi madre con la cena; no solemos hablar mucho aunque
tenemos mucha confianza, y desde que se fue mi padre, confiamos mucho
más la una en la otra.
Cenamos
y nos pusimos a ver lo que echaban en la tele, a pesar de que no era
mucho, nos conformamos con escuchar un rato las noticias y ver la
película que ponían después. Estuve hablando un rato con Marco,
pero como solo hablaba de fútbol me cansé en seguida y me puse a
prestarle atención a la película. Pensé incluso en hablarle a
Hugo, pero por desgracia ni tengo su número ni la valentía
suficiente como para hacerlo.
En
cuanto terminó la película, fui a la ducha. Soy del tipo de
personas que prefiere ducharse por la noche e irse a dormir
completamente limpios, también me gusta porque con lo que me demoro
pensando en la ducha, por las mañanas no me daría tiempo a llegar a
la primera hora. Salí de la ducha y me puse el pijama; me sequé el
pelo, me lo peiné en una coleta y me fui a dormir.
Capítulo
5: Sueño
Mi
madre me trajo la cena al cuarto y cené mientras veía la película
Amelie. Recogí mi cuarto, me lavé los dientes y me acosté.
Como siempre, puse música en el móvil, pero no tenía sueño. Me
puse a pensar en la película y fantaseé con ser yo el protagonista
de la historia, intentando convencerme de que eso era posible
extrapolarlo a la vida real. Inevitablemente me vino la imagen de
María, saqué el móvil y le escribí por Whatsapp “No puedo parar
de pensar en ti”, pero justo cuando lo iba a enviar me acobardé y
lo borré. Era imposible que ella me dijese que sí, prefería seguir
admirándola que asustarla y perderla para siempre. Se me juntó el
sueño con el sueño y me quedé dormido.
Capítulo
6: Un nuevo día
Hoy
le he enviado el mensaje que escribí ayer y he quedado con ella a
las 7 en el mirador de la playa porque desde allí veremos salir la
Luna. Ella me respondió sorprendida “¿Enserio?”, pero no
parecía enfadada sino todo lo contrario. Parece que voy por buen
camino. Por otro lado quiero que todo sea perfecto y que todo salga
bien pero no puedo parar de pensar en si ella sabe que me voy a
declarar y temo aún más qué me dirá entonces.
He
visto a amigos en esta situación y siempre les digo lo mismo. Si te
rechaza una persona significa que ahora te encuentras más cerca del
amor “verdadero” y “definitivo”, pues en la búsqueda de la
persona adecuada, como en todo, tenemos una lista de personas, y
tachar una significa avanzar.
Se
acerca la hora y no tengo ningún plan, creo que así es mejor...
Capítulo
7: La noche que la Luna salió tarde
Ayer,
fui media hora antes al mirador, solo por si acaso. María apareció
a la hora indicada y estaba preciosa. Nos sentamos en la arena y le
conté todo. Parecía muy contenta y sorprendida, era como si todo le
estuviera saliendo bien, y así era. Ella me contó todo, había
dejado a su novio nada más recibir mi mensaje esa mañana. Espero
que aplique mi recomendación.
Estaba
muy feliz pero faltaba una cosa, sellar lo dicho con un beso. Tuve
que ser yo quien diese la iniciativa así que la miré a los ojos y
avancé lento hasta sus labios y le di un beso limpio, suave y
cortado, una sutil caricia que no le haría daño. Fue maravilloso.
Después
nos quedamos hasta tarde en el mirador charlando y riendo de cómo
nos acosábamos. Esperamos a ver salir la Luna y creo que me estaba
dando tiempo para disfrutar de ese momento.
3) PROYECTO: VICTORIA Y SU LADO OSCURO
Esa
persona que veis en su oficina es una de las abogadas más conocidas
de todo el mundo entero. En toda su carrera profesional todavía no
ha perdido ningún caso y todo el mundo la reclama para que les lleve
su caso. Además no era solo reclamada en el mundo profesional sino
también en el mundo sentimental ya que era una persona muy atractiva
y hermosa. Era esbelta, de pelo castaño claro y con unos ojos verdes
que con solo una mirada te enloquecería Pero no toda su vida era
perfecta ya que tenía una vida secreta de la que nadie podría
descubrir ya que su vida profesional se vería amenazada.
Victoria,
tal y como reflejaba su nombre llevaba una vida victoriosa, pero una
mañana todos sus méritos corrían un gran peligro tras encontrar
una carta en su buzón, que decía:
“Hola,
querida Victoria Williams.
Seguro
que no te acordarás de mi, yo en cambio me acuerdo mucho de ti y te
conozco demasiado bien. Hace un par de semana han llegado a mis oídos
ese secreto que tu tienes y de ti dependerá de que el mundo se
entere o no.
PD:
Ya tendrás más noticias de mi.”
Su
cara, tras leer esta fatídica carta, no mostraba ninguna expresión
aparente aunque en sus ojos se palpaba el miedo ante esta situación.
Sin embargo, no podía quedarse preocupada por esto porque tenía que
salir hacia el trabajo. Ese día, en su cabeza solo estaba la
preocupación de quien podría haber averiguado su gran secreto y de
regresar a casa para descubrir si había recibido otra carta.
Tras
llegar a casa, miro el buzón y no había nada.
Paso
unas semanas muy preocupada y ansiosa hasta que por fin recibió la
segunda carta que decía:
Hola,
querida Victoria,
se
que has estado muy ansiosa y por eso te escribo. Pero esta vez, tengo
una misión para ti. Ya que se te da también tu trabajo quiero que
tu misma te pongas una manchita en impecable expediente.
Necesito
que pierdas tu próximo caso o sino atente a las consecuencias.
Xoxo
Pero
Victoria no se podía permitir perder ese caso porque era un juicio
en el que defendía a una mujer que había sido víctima de la
violencia de género por parte de su novio. Victoria no podría vivir
con ese cargo de conciencia.
Conforme
se iba acercando el juicio Victoria se iba poniendo más y más
nerviosa. Llegó el día del juicio, ella seguía concienciada de que
no podía perder ese caso y lo consiguió, El novio de la mujer
maltratada fue condenado a 20 años de cárcel y ella ingresó a un
centro de rehabilitación.
Al
salir del juzgado, la llamaron y al coger el móvil vio que era un
número oculto. Al descolgar se dio cuenta que la persona que llamaba
se había distorsionado la voz y le dijo:
-Victoria
ya que no has cumplido tu misión, un ser querido tuyo va a sufrir
las terribles consecuencias.
-¿¡¿¡Pero
quién eres?!?! ¿Por qué me haces esto a mi?
-Aquí
la que habla soy yo así que cállate si no quieres que las cosas
vayan a peor. Esta misión ya la has fallado pero no todo esta
perdido, te daré otra oportunidad. En estos días tendrás noticias
de mi.
Cuelga
el teléfono y Victoria aterrorizada y desconsolada salió a correr
hacia su casa sin mirar atrás.
Al
llegar a casa estuvo pensado de quien podría ser ese ser querido,
pero no quiso llamar a nadie para no preocuparles. Esa noche, su
novio la llamó y le dijo:
-Hola
cariño, hoy me ha pasado algo muy raro creo que alguien estuvo todo
el día siguiéndome.
-¿En
serio? ¿Y viste quien fue?
-Creo
que era una mujer pero iba tan tapada que no le vi la cara.
-Tenemos
que hablar de algo muy importante. Voy para tu casa
-Cariño,
me estas asustando. ¿Qué está pasando?
-No
te preocupes. Ahora te lo cuento todo.
Victoria
cuelga el teléfono y se dirige a casa de su novio. Su novio era un
empresario de mucho éxito gracias a su competitividad y su
constancia. Físicamente era un hombre alto, fuerte, moreno, de ojos
verdes y muy atractivo. Su nombre es Christian Mcdonal.
Al
llegar a la casa su novio estaba muy preocupado y ansioso por saber
que le iba a contar.
-Victoria
dímelo ya. ¿Qué está ocurriendo?
-No
te he contado una cosa...Tengo una doble vida.
-¿¡¿¡QUÉ!?!?
-Relájate
y escucha toda la historia. Todo empezó porque cuando era joven y
acababa de llegar a Los Ángeles no tenía dinero ni para comer ni
alojamiento. Y un día que estaba durmiendo en la calle un hombre me
despertó y me ofreció una vida mejor, en ese momento hubiera
aceptado cualquier cosa por no vivir así. Me dijo que solo tendría
que trabajar tres noches por semana y me pagarían muy bien. Al final
ese hombre me engañó, me metió en un club de alterne y me
amenazaron con que si me marchaba me harían la vida imposible. Me
vi atrapada en ese mundo y hoy día no he conseguido salir de él.
-Pero
Victoria por qué no me lo has contado antes, te hubiera ayudado a
salir de allí.
-Por
miedo a tu reacción Christian y además no lo sabe nadie, eres al
único que he sido capaz de decírselo.
-¿
Y por qué me lo dices ahora y no antes?
-Porque
desde hace unos meses hay alguien que me está amenazando con
contarme este secreto si no hago lo que me dice, y la última misión
no la cumplí por lo que recibí una fuerte amenaza que consistía en
hacer sufrir a un ser querido. Y al llamar tu hoy he llegado a la
conclusión de que podían hacerte algo a ti, por eso te lo he
contado todo antes de que pase algo grabe.
-Esto
hay que contárselo a la policía Victoria, esto es muy peligroso.
-Pero
no podemos contárselo a nadie ya que todo el mundo conocería mi
secreto y mi reputación se vería afectada.
-Pues
si no se lo podemos contar a policía tendremos que tomarnos la
justicia por nuestra mano.
-¿Y
cómo averiguaremos quien es esa persona?
-Hay
que hacer que caiga en nuestra trampa. ¿Tienes en marcha alguna
misión?
-No,
pero me dijo que me llamaría próximamente.
De
repente el teléfono sonó. Victoria lo miro y vio que era otra vez
un número oculto. Descolgó y activó el altavoz:
-Esta
vez me vas hacer caso o te vas a tomar a broma mis amenazas.
-Dime
lo que tengo que hacer y lo haré.
-Tienes
que poner una denuncia a ese garito en el que trabajas por la noches.
Si esta vez no lo cumple no habrá mas oportunidades, esa persona que
tanto quieres dejara de formar parte de tu vida,
Finalizó
la llamada. Ellos se miraron a los ojos y los dos dijeron: esta es
nuestra oportunidad para acabar con ella.
Al
día siguiente quedaron en una cafetería Victoria y Christian para
crear el plan. Tras un largo debate llegaron a la conclusión de que
Victoria no cumpliría la misión otra vez para que fuera a por
Christian y a si poder atraparla.
Pasaron
5 días más tarde, Victoria todavía no había cumplido la misión.
Ese mismo dia Christian yendo para el trabajo tuvo un terrible
accidente, lo que nadie sabía es que fue provocado por la mujer que
estaba acosando a Victoria para que al chocar con el coche poder
secuestrarle sin resistencia ya que estaba mal herido.
Cuando
llegó la policía al lugar del accidente y vieron que no había
nadie en el coche accidentado llamaron a Victoria para informarla
sobre lo que había pasado. Victoria al enterarse creyó que el plan
había funcionado correctamente, pero al no recibir respuesta de él
durante horas empezó a preocuparse porque no podía comunicarse con
él de ninguna forma ni sabía donde estaba.
Se
le ocurrió rastrear su móvil para conseguir su localización, tardó
un par de horas pero al fin lo consiguió. La dirección indicada era
la de un almacén el las afueras de la ciudad, Victoria no dudo en
coger el coche y dirigirse hasta allí.
Al
llegar solo encontró en la puerta un coche que le resultaba muy
familiar y además tenía un golpe en la parte delantera. Victoria
entro por la puerta principal, y se encontró que la planta baja
estaba vacía, sucia y abandonada, al fondo se veían unas escaleras
que llevaban a la segunda planta. Victoria se dirigió y al llegar al
final de ella lo primero que vio fue a su pareja atado en una silla y
amordazado. Ella al verlo, salió corriendo hacia él pero cuando
solo le faltaba un paso para alcanzarlo, no vio que el suelo tenía
una losa levantada y se tropezó provocándole una caída que la dejó
inconsciente. Al despertarse, se encontró atada de pies y manos a
una silla sola sin rastro de Christian.
De
repente se escuchó una serie de pasos lentos y firmes de los que se
podría decir que eran de unos tacones. Conforme iba subiendo la
escalera se podía ir viendo una sombra que parecía ser de una
mujer. Para la sorpresa de Victoria fue ver que la secuestradora y
la amenazadora era su suegra Ana.
-Me
alegro de que ya estés despierta preciosa Victoria.
Ana
se acercó a Victoria y le quitó la mordaza que le impedía decir
una palabra.
-¿Dónde
estoy?¿por qué me has hecho todo esto?¿donde está tu hijo?
-Aquí
soy yo la que hace las preguntas. Así que mantente cayada que estás
más guapa.
Inesperadamente
entra Christian en perfecto estado. Victoria al verlo se siento muy
frustrada a no entender que como esto su novio y su suegra.
-Ven
a mi lado mi precioso hijo que le vamos a contar Victoria una bonita
historia.
-Christian,
por qué me has hecho, yo te amaba y quería formar un futuro juntos.
-Cállate
y escucha. Todo esto ha pasado por tu culpa Victoria. Qué pensabas
que soy tonto y no me iba a enterar de nada. Si no quería que me
enterara de nada no lo hubieras hecho.
-¿Pero
que he hecho?¿Tan grave fue lo que hice para merecerme todo esto?
-Me
parece muy fuerte que no te acuerdes de que te acostaste con mi mejor
amigo en ese club en que trabajas por las noches y que nunca me
contaste. Esto para mi no solo una grandísima traición sino que me
demuestra que nunca me has querido y te importado como para que me lo
contaras o por lo menos dejara el trabajo. Ahora es el momento de que
pagues tus mentiras al igual que lo pagó él.
Christian
coge el arma que tenía guardado en la parte trasera del pantalón y
apunta directamente a Victoria. Pero cuando se disponía a disparar
se le encasquilla el arma e intenta arreglarla con la desgracia de
que el arma se dispara sola y la bala impacta en el corazón de su
madre que cae desplomada al suelo. Christian no podía creer lo que
había ocurrido y salió corriendo hacia su madre para intentar
reanimarla pero ya no se podía hacer nada por su vida. Victoria
aprovechó la situación para lograr escaparse.
Un años después, Victoria se
mudó a España y allí empezó una nueva vida lejos de todo estos
problemas. En cambio, Christian no acabo tan bien ya que el fatídico
accidente que mató a su madre hizo que se volviera loco e ingresara
en un hospital psiquiátrico.
4) PROYECTO: EL JINETE
CAPITULO 1
Érase una vez en
el los rincones más inhóspitos del mundo, concretamente en el norte
de Australia, época en la que se hallaba la más absoluta población
dividida en tres estamentos.
Se encontraban en
ese poblado alejado del centro de la ciudad, rodeado por montañas
enormes, se podría decir que ese poblado estaba asediada por
montañas.
Dichas montañas
una en concreto tiene una historia, más bien que una historia, sería
la cueva del dragón.
Este pueblo que
estaba dividida en tres estamentos, el rey el gran gobernador llamado
Arturo, que según para el poblado era el gran salvador de los
ciudadanos.
El poblado estaba
constituido por la nobleza y el campesinado. Entre los nobles más
conocidos e importantes de la época era el muy conocido luchador,
jinete , general y aclamado por todos los ejércitos, el Jinete
Espineta que a riendas de su caballo Carvallo, un caballo de raza
pura, su fiel amigo de Espineta que juntos afrontaban todas las
batallas que acaecían por la época , tales como la invasión de
ladrones o saqueadores que intentaban extraer los bienes del pueblo,
como la obtención de oro y otros minerales, a los que los campesinos
se dedicaban a la extracción de las montañas que las rodeaban.
El pueblo
desconocido para la inmensa mayoría de los que lo rodeaban como
ciudades más modernas, no se atrevían a producir expediciones sobre
el poblado ya que decían que estaba maldita o hechizada o que les
causaría daños, p ir sus acciones ocurridas.
El pueblo se
abastecía de los recursos naturales que eles ofrecía la naturaleza,
el rey no participaba en ninguna de estas labores, más bien
obligaba a los trabajadores a la explotación de los recursos, por su
obtención, su más afán era la obtención del oro, que este oro se
encontraba en la montaña que estaba situada colindando con las demás
montañas pero estaba detrás de las que las asediaba. Bien, los
trabajadores que estaban casi obligados a encontrar ese oro que
ansiaba el rey, los campesinos emprendían unas aventuras hasta
llegar a la montaña, pasaban por un bosque lleno de peligros
inminentes. Solo muy pocos lograban atravesar ese bosque que estaba
lleno de trampas y animales, los que lo conseguían llegaban a la
montaña donde se hallaba el preciado oro, no sin antes de obtener
ese mineral tenían que rezar para no toparse con el dueño de la
montaña, el misterioso dueño de la cueva en la montaña.
Solo una persona,
un trabajador de las tierras del rey, logró conseguir una
pequeñísima piedra de oro, que volvió al poblado sin ninguna
dificultad, nadie sabe cómo lo consiguió pero logro volver al
pueblo. Este le dio la piedra que más tenía forma de diamante pero
con la diferencia que estaba compuesta de oro, el rey al obtener su
oro, le incitó a por mas , quería un montón más de ese oro .
El relato sobre
el muchacho que obtuvo la piedra de oro, era más bien una
casualidad. Todo empezó cuando el rey le ordenó que fuese a la
montaña en busca de oro porque si no perdería lo que más quería,
su familia y carro. Él en vista de esa orden, no tuvo más remedio
que emprender ese viaje. Buscó ayuda en los guardianes protectores
del pueblo, pero estos le negaron la ayuda porque nada más oír que
tendría que pasar el bosque y llegar a la montaña y luego volver,
no se lo pensaron dos veces y le negaron la ayuda.
Bien, este
hombre, campesino, busco su última opción que era pedir ese gran
favor al jinete Espineta al general más valiente y vanidoso, en este
momento, en el cual este hombre, campesino, llamado Jonás. Se
encuentra con él y emprenden un diálogo
_- Jonás: Buenos
días, señor, hablar con el general más noble y audaz de estos
tiempos me enorgullece, quería ofrecerle un buen recado.
Espineta: buenos
días, en primera estancia quería decirle que porque este motivo de
ala nacía hacia mí, de parte de usted, un campesino, como otro
cualquiera.
_-Jonás: quería
que me hiciese un favor. Seria usted tan amable de poder acompañarme
hacia los adentrados oscuros y tenebroso antro, que ese bosque. Es
porque su majestad el rey Arturo me ordeno un viaje inesperado,
seria para poder salvar lo que más aprecio en esta vida, mi familia.
A cambio de poder asegurar la vida de mi familia, tengo que darle lo
q tanto anhela el rey, el oro de esa montaña secreta.
_- Espineta:
bien, hombre honrado, no es para mí ninguna molestia poder
acompañarle a ese largo y extrovertido viaje, que nos deparará
aventuras y conflictos como siempre me ha ocurrido en en mi larga
vida, en la que he debutado más de mil batallas por la protección
de mis tierras, pero no por el favor del rey.
Jonás_- muchas
gracias, señor. Emprenderemos el viaje lo más antes posible.
Así pues, los
dos personajes Espineta con su caballo carvallo y zonas con su fiel
amigo su perro pedro. Emprenderían ese viaje en busca del oro
perdido en la montaña.
Capítulo
2
La vida del
jinete, no es más bien que la trágica historia de un niño
huérfano.
Este muchacho que
perdió a sus padres en la guerra y en las disputas entre bandoleros,
no le quedó otra que vivir con quien le acogiese, después de haber
huido de la batalla donde perdió a sus padres, tendría el joven 10
años, se adentró a un bosque no muy lejano de la montaña, donde se
crio un año en una cueva, sobreviviendo a continuos peligros.
Pasado el año,
un día como otro cualquiera el muchacho ya acostumbrado al bosque.
Emprendió un viaje al exterior, para conocer lo q le rodeaba y se
encontró con una aldea donde había no mucha gente, cerca de 10
familias. Este se adentró al poblado donde se topó con un caballo
salvaje, uno de raza pura, era un caballo recién nacido, cerca de 3
años. Este caballo y el muchacho se toparon, ambos se enfrentaron,
obviamente el caballo ganaría, el mucho al ser un inexperto en como
montar a caballo, se llevó varios golpes, coces.
Bien, escuchando
el conflicto que ocurría en el campo antes de entrar al poblado,
salieron dos personas mayores, estos se convertirían en sus padres
adoptivos del muchacho.
Las dos personas
llamadas, el padre José y la madre josefina. Espantaron al caballo
encontrándose al muchacho adolorido por el potro, fue acogido por
los dos padres adoptivos.
Estos acogieron
al muchacho y lo curaron en su casa, este les había contado toda su
historia, que les conmovió y le ofrecieron que se podía quedar todo
el tiempo en su casa, que pasaría a formar parte de la familia, del
pueblo en sí.
El muchacho
Espineta se crio en ese pueblo. Este pueblo era el que estaba
gobernado por un rey que abdicaría por su hijo.
Sus padres le
habían enseñado todas las habilidades para formar parte de la
protección del pueblo convirtiéndose este en la mejor guarida del
pueblo.
Pasaron 15 años
y el joven se volvió a encontrar con aquel potro que un día lo
zarandeo. Este potro ya embravecido le enfrentó a Espineta, con ya
sabía muchas habilidades, logró domar al potro, que se convertiría
en mejor jinete y guardián del pueblo.
Después de
formar parte de la guardia se enfrentó a varias batallas libradas
por el territorio que les pertenecía.
Un día en una de
sus expediciones por los alrededores del poblado se encontró en una
montaña una cueva que un objeto le deslumbraba, un objeto
llamativo, era el oro.
Se adentró a la
montaña y se encontró con la sorpresa de que había un enorme
dragón durmiendo. Esto le impacto tanto que huyo de ese sitio, pero,
por curiosidad se armó de voluntad y de armaduras y junto a su
caballo ambos volvieron a la cueva. Frente a frente del dragón
vieron que este estaba tumbado encima el montón de oro y durmiendo.
Tanto ha sido su
afán por conseguir ese oro que le había hipnotizado que no le
importara que estuviese ahí esa bestia que tanto estrago había
causado en los alrededores de su montaña, en cuestión esa era su
casa, su propiedad, su territorio que defendía de cualquier intruso
pero en este caso él se encontraba invernando lo que aprovecho esto
Espineta, no perdió tiempo en obtener unos buenos pedazos de oro,
tenían el tamaño de dos piedras normales. Su caballo esperándole
en el exterior de la cueva para la huida, el jinete cogió los trozos
de oro y salió huyendo haciendo ruido, lo q provoco el despertar de
la bestia, salió despavorido y montó su caballo y fugazmente
salieron hacia un refugio porque el dragó salió de la cueva y
empezó a volar x los alrededores escupiendo llamas de fuego porque
quería aniquilar al intruso que lo había despertado y había
saqueado su bien más preciado y anhelado por el rey.
Bien protegidos
el jinete y su caballo debajo de una lozas grandes de piedras donde
el la llama de fuego no pudo traspasar se salvaron. Furioso el dragón
recorrió gran parte de las hectáreas que rodeaban el poblado
devastando a todos. Provoco así una inmensidad de destrozos que
harían el pueblo se revolucionen con el causante de tal daño, el
principal acusado que decidieron era el rey porque mando a obtener
algo que no era suyo.
Causado todos los
daños el dragón se tranquilizó y volvió a su cueva, donde
resguardaría con mucha protección su tesoro. El jinete sano y salvo
cogió rumbo al pueblo para entregar el objeto que le pertenecía al
rey, llegó al poblado y se encontró todo muy destrozado. Se echó
toda la responsabilidad de lo que había ocurrido en el poblado,
diciéndose así mismo que nunc mas volvería ocurrir eso , que lo
protegería con su vida, que se enfrentaría al malvado dragón que
le había arrebatado otra vez a sus padres que murieron en la guerra
contra el dragón.
Desde entonces el
jinete no volvió a ser el mismo, se volvió en una persona más con
mucho rencor acumulado en el interior hacia el dragón. Así que
cualquier propósito que le dijeran para volver a enfrentarse al
dragón iría sin duda alguna.
Capítulo
3
El reencuentro.
Cerrado el trato
hecho entre Jonás en que el jinete le acompañaría hacia la
aventura que le había propuesto. Tomarán rumbo dentro de una
semana, entre esos días de preparación lo pasaron rezando,
despidiéndose por si acaso no volvían.
Preparados ya
para partir, armados ya los dos el jinete con sed de venganza y el
acompañante que iba con la inspiración de encontrar una pequeña
porción de oro.
Encaminados los
dos personajes fueron despedidos del pueblo como héroes que en ellos
depositaron su confianza porque pensaban que acabarían con el que
causo los daños perjudiciales y que arrebato la vida d los padres
del jinete, el dragón causante de todas estas desgracias del pueblo.
Salieron del
pueblo y se dirigieron dirección a la montaña, atravesaron un tramo
intercambiando temas de conversación sobre sus vidas y en las
condiciones que se encontraban.
Llegado un punto
del camino se toparon con la entrada del bosque donde según cuenta
la leyenda persona que entra no vuelve a ser el mismo, solo las
personas sencillas, nobles, puras, y sin sentimientos negativos, solo
esas personas podían superarlo.
Bien todos eso
requisitos lo tenían estos dos personajes excepto el jinete que en
tenía un rencor malo que le dificultaría el paso del bosque.
El bosque.
Dentro ya del
bosque en el primer periodo traspasaron sin complicación ninguna, no
se les apareció ningún animal peligroso, es mas en ese primer paso,
encontraron los suficientes víveres para poder aguantar todo el
camino. Pasado la primera parte del bosque se encontraron con un
puente dentro del bosque, el puente en malas condiciones, hecho de
madera casi ya en descomposición era la única vía para poder pasar
el bosque. No les quedó más remedio de pasar. Primero pasó el
señor Jonás que llevaba los víveres, paso con tranquilidad,
después paso su caballo carvallo con leve tropiezo, ahora era el
turno de Espineta, a media parte del puente él sintió que pasaría
algo malo, y era que el puente se quebró con la finalidad de que se
partió en dos, cayendo el jinete al rio y siendo arrastrado hacia la
desembocadura del rio.
Los que quedaron
Jonás y Carvallo aterrados intentaron rescatarlo pero se les impidió
porque al otro lado del rio aparecieron especímenes raros, animales
feroces que les impedía la intervención del descáscate asique
continuaron su camino hacia la montaña.
Carvallo y Jonás
siguieron atravesando el bosque hasta llegar a su fin. Se encontraron
ante sus ojos la gran montaña, un lugar tenebroso y lúgubre, el
único ruido que se escuchaba era las vestías que habían quedado
atrás y el rugido del dragón en el interior de la montaña.
Aterrados estos
dos el caballo y Jonás rodearon la montaña a ver si encontraban
una entrada para inmiscuirse sin ser descubiertos. Llegaron al otro
lado de la montaña donde se hallaba el final del rio.
Mal herido estaba
ahí el jinete, de prisa fueron en su ayuda y se encargó Jonás de
él. Acamparon en la parte trasera de la montaña hasta que se
recupere el jinete, y que el dragón también se tranquilice.
Capítulo 4: La gran
batalla
Pasaron más de
una semana y el jinete ya respuesta dispuesto con el mismo valor que
con las que partió del pueblo se envalentó e hizo frente a lo que
le esperaba.
Como no había
ninguna entrada, no les quedó más remedio que entrar por la parte
principal de la montaña.
El jinete a
riendas de su caballo se adentró el primero en entrar, mientras que
Jonás esperaba fuera hasta que el dragón saliese de su escondite.
Había llegado el
momento el jinete y el dragón se encontraron cara a cara, se
enfrentaron en una disputa en el interior de la cueva, el jinete
salió despavorido cuando despisto al dragón, saliendo de la cueva,
el dragón fue detrás suya saliendo de la cueva, ese momento
aprovecho el hombre que esperaba fuera a adentrarse al refugio del
dragón y coger lo más que pudo, (su perro se quedó en el bosque)
cogió una gran cantidad de oro, mientras que el jinete lo distraía.
Salió deprisa y escondiéndose debajo de unas lozas de piedras
grandes el hombre ya había obtenido su recompensa, se sintió
aliviado a excepción del jinete que aún estaba huyendo del dragón,
hasta que llegaron a la entrada del bosque y eso al dragón no le
importaba asique dio rienda suelta a su arma más poderosa expulso
fuego quemando todo el bosque, ese momento en el que el jinete y su
caballo aprovecharon para esconderse.
El dragón
desparedo por buscarlos estaba dando vueltas las montañas quemando
todo a su paso. Mientras hacía esto el jinete fabrico una trampa que
posiblemente le funcionaria.
Fabricada ya la
trampa fue a llama la atención del dragón, conseguido eso, solo
quedaba que se acercase a la trampa.
El dragón
improvisto de esto, se acercó a la trampa y el jinete activo la
trampa que era una ballesta, activada la ballesta esta flecha le dio
de lleno al dragón en el pecho, provocando su muerte y caída desde
el cielo. Poniendo así fin a su venganza y lograr su propósito.
Capítulo
5 el fin
Concluido sus
propósitos de ambos personajes que se aventuraron a esa emociónate
anécdota, concluyeron con el fin de la maldición, acabaron con el
dragón, con el bosque maldito, y con la pobreza del poblado, porque
ya sin obstáculo ninguno la población entera se adueñó de la
montaña.
Proclamado al
jinete como el rey de la montaña destronaron al rey antiguo que era
malvado con todos. Todos consiguieron sus propósitos, Jonás regreso
con su familia y pudieron vivir de una manera muchísimo mejor. Todos
acabaron felices y comieron perdices en la montaña, bueno a
excepción del perro pedro que se extravió junto con la pérdida del
bosque quemado.
5) PROYECTO: GAMUSINOS
GAMUSINOS
CAPITULO 1
Un
fuerte sonido me despertó, en ese momento un escalofrío recorrió
todo mi cuerpo, no lo podía creer, estaba ocurriendo, nunca me había
planteado ninguna situación parecida.
Rápidamente
salte de mi cama y huí de la habitación, comencé a verlo todo
borroso, noté como poco a poco mi cuerpo se dormía y no pude
reaccionar, toda la rabia acumulada en mi interior me hizo salir de
ese extraño estado de shock y comencé a percibir el estresante
sonido que emiten las sirenas de la policía, entonces me encerré en
el vestidor y en un acto de valentía recurrí a mirarme en el espejo
, no podía creer lo que estaba viendo , una profunda sensación de
satisfacción me lleno por dentro volví a ser normal aunque una
herida muy desagradable en mi costado me hizo dudar sobre si
realmente seguía vivo.
Sin
más dilación agarre una de mis camisas y me hice un torniquete. A
acto seguido escuche otro fuerte sonido y una sensación de fatiga
provoco mi desvanecimiento.
Capitulo
2
A
diferencia del resto de días, esta vez, quisimos romper las reglas y
explorar una extraña ciudad que se encontraba a quinientas millas de
nuestro distrito.
Pablo
al igual que siempre llego diez minutos tarde y Sandra comenzaba a
discutir con él sobre la puntualidad, sin más dilación los
interrumpí estrepitosamente, odio las discusiones, entonces llamé
a Alejandro y María para que se subieran en el coche.
Durante
el trayecto reflexione sobre si realmente hacíamos lo correcto, era
consciente desde el principio de que el gobierno nos había prohibido
salir de los límites de seguridad establecidos, pero nuestro afán
aventurero y la seguridad de que ya no teníamos nada que perder nos
hicieron emprender este viaje.
María
era la responsable de nuestra decisión, estaba estudiando medicina
hasta que el brote comenzó a extenderse, quiso explorar la ciudad
porque pensaba que si trabajaba en el laboratorio podía descubrir
alguna vacuna contra la epidemia.
En
un principio todos decidimos ir, excepto Alejandro pero era la
persona más débil a nivel psicológico del grupo y lo logramos
convencer.
Después
de un largo y pesado viaje llegamos a la ciudad. A primera vista
quedamos bastantes sorprendidos, esperábamos encontrar dificultades
para entrar porque que pensábamos que debía estar invadida por
Gamusinos , sin embargo quedamos bastantes estupefactos, nos
encontrábamos ante calles llenas de cadáveres en las cuales se
ausentaba la presencia de esas extrañas criaturas. A pesar de el
desagradable olor que desprendían los cuerpos sin vida y el fuerte
impacto visual que ocasionaban, la ciudad destacaba porque estaba
llena calles colmadas de arboledas añosas que embellecían el
paisaje.
Capitulo
3
Todo
comenzó un martes del año pasado por la tarde, recuerdo como dicho
día advirtieron en las noticia que una central nuclear había sido
incendiada por un extraño suceso al que los medios no pudieron dar
explicación, no di importancia a la noticia además ese mismo día
estaba leyendo una novela de ciencia ficción sobre los
extraterrestres. cuando cayó la noche volvieron a advertir por el
telediario que mediante dicha catástrofe se habían originado una
especie de criaturas que nunca antes había sido identificadas, por
lo visto el gobierno desplego todo un ejército de los mejores
soldados para controlar la situación, ante dicha orden me temía lo
peor. Debido a que me encantan las novelas de extraterrestres y
sucesos inexplicados, predije que algo bueno no podía ocurrir ya que
en la mayoría de los casos los extraterrestres acababan dominando la
situación y por consiguiente ocupando el mundo. Esa noche no
conseguí conciliar el sueño debido al estrés ocasionado por la
situación que se había desencadenado tras dicho suceso. Finalmente
el ejercito logró controlar el incidente , eliminaron a todas las
criaturas pero seleccionaron a algunas para analizarlas en el
laboratorio, se trataba de unos seres con un aspecto parecido al de
los sapos pero con un tamaño algo mayor se caracterizaban por tener
una piel morada y algo pegajosa a demás eran bípedos y eran
consideradas un peligro para la raza humana porque se trataba de
animales muy agresivos, fueron denominados como gamusinos por razones
que aun no he logrado entender. Una semana después la prensa volvió
a generar miedo en la población y es que uno de los científicos se
había transformado en un gamusino , se trataba de una epidemia que
a partir de entonces se comenzó a transmitir rápidamente y no pudo
ser controlada ya que dicho científico fue transmitiéndosela a su
familia, compañeros …
Como
respuesta se organizaron una serie de juntas que acordaron que era
necesario establecer a la población en base a su salud en distritos
protegidos de cualquier amenaza.
Como
consecuencia mi familia y yo vivimos desde entonces en el distrito
veintitrés.
Capitulo
4
Lo
primero que decidimos hacer fue
buscar suministros para
satisfacer nuestras necesidades además de establecer una serie de
normas para garantizar nuestra supervivencia, el virus gamus
se transmitía a través de cualquier contacto físico por mínimo
que fuese con el infectado, por lo que fuimos a una armería donde
encontramos munición y armas, mas tarde en un gran supermercado que
se encontraba en la otra punta de la ciudad donde compramos unos
trajes que cubrían nuestro cuerpo al completo. A acto seguido nos
dispusimos a encontrar un lugar de residencia óptimo para pasar la
noche, pensamos que lo ideal sería buscar el laboratorio antes de
que se pusiese el sol y pasar allí la noche. Después de una larga y
sofocante caminata logramos encontrarlo, se trataba de un edificio
abandonado con un aspecto muy macabro, quizás fuese el silencio más
allá del crujir de oxidadas bisagras y el aleteo esporádico de
algún ave que ha hecho de este lugar su hogar lo que le otorgaba a
este edificio ese aspecto terrorífico esto me provoco una mala
intuición. No obstante María estaba muy emocionada y nada más
llegar quiso ponerse con los preparatorios y comenzar a investigar ,
en cuanto al resto del grupo, Sandra y pablo, buscaron un buen lugar
para dormir y Alejandro y yo decidimos hacer guardia para asegurar
que ningún gamusino entrase en el laboratorio, la noche comenzó
siendo muy tranquila no se veían indicios de que en el interior de
ese establecimiento se encontrase ninguna criatura, fuimos alternado
las horas de sueño y las guardias respectivamente ,pero en el
instante menos inesperado comenzamos a percibir un sonido muy agudo
parecido al de el llanto de un bebe y decidimos explorar para ver de
que se trataba , estábamos ante lo que parecía un gamusino mal
herido que gemía tres haberse clavado una alambre que se encontraba
en una de las salas del edificio . No decidimos matarlo era
importante mantenerlo con vida con el fin de facilitar la
investigación, así que lo encerramos en la habitación y fuimos a
visitarlo espontáneamente el resto de días para estudiarlo.
CAPITULO
5
Se
sucedían los días con tranquilidad y María casi había logrado ya
encontrar una cura contra la epidemia, pero, para nuestra sorpresa el
quinto día sufrimos un ataque de cientos de gamusinos que se habían
percatado de nuestra presencia. Rápidamente nos armamos y equipamos
con lo que teníamos, también hicimos una barricada frente a la
puerta, el miedo que nos suponía la situación nos hizo reaccionar
con mucha frialdad y comenzamos a matar como auténticos psicópatas,
pero los gamusinos no cesaban de aparecer por todos los rincones del
laboratorio, nos habían rodeado, decidí hacer una acto heroico y
ser el señuelo que los sacara de allí. Estas criaturas adoraban la
sangre así que mediante varios cortes en mi cuerpo provocados con la
intención de atraer a los gamusinos comencé a correr hacia una
salida y estos desesperadamente me siguieron, mientras me seguían me
giraba de vez en cuando para dispararles y poco a poco fui acabando
con ellos, pero en unos de estos giros tropecé y mi cabeza impacto
fuertemente con el suelo, me desmaye.
Capitulo
6
Mediante
un escalofrió abrí los ojos rápidamente, tenía una visión de la
realidad algo distorsionada, no distinguía los colores, lo veía
todo en blanco y negro no entendía lo que estaba pasando, me temía
lo peor pensé que me había transformado, pero elimine esa idea de
mi cabeza cuando vi que mi cuerpo aun se conservaba en un estado
normal.
Volví
corriendo al laboratorio y nada mas llegar encontré a María
llorando junto a Alejandro en la sala de los experimentos. Por lo que
me contaron Sandra y pablo habían fallecido siendo devorados por
los gamusinos, no quedaban restos de ningún cadáver, me extrañe
bastante y reflexione sobre porque a ellos los habían devorado y sin
embargo a mi me habían dejado con vida. Le conté a María lo que
me ocurría en la vista, pero esta lo ignoro se enfado bastante al
observar que el fallecimiento de mis amigos no había causado ningún
estrago en mi persona. Realmente no estaba conmocionado por el
suceso.
A
los pocos instantes comencé a mutar, mi piel cambió de color, me
dolía todo el cuerpo y encima seguía viéndolo todo en blanco y
negro, estaba hambriento e intente atacarGAMUSINOS a María y Alejandro. Pero
estos reaccionaron mediante una violenta represión en la cual me
clavaron un dardo tranquilizante y quedé dormido, me encerraron en
una jaula y me alimentaron durante el resto de días.
Finalmente
María logró encontrar una vacuna contra la epidemia pero no quería
probarla aun conmigo por si tenía efectos secundarios.
María
y Alejandro decidieron volver al distrito ya que allí nos
encontraríamos a salvo.
Capitulo
7
El
gobierno se había enterado de lo ocurrido y de que traíamos a un
infectado, lo que se consideraba un delito, estábamos en busca y
captura por la policía. Decidimos ocultarnos en mi casa de campo
mientras María y Alejandro probaban la vacuna antes de inyectármela.
Pero varios días después nos localizaron y rodearon la casa. Se
escuchaban helicópteros y montones de sirenas, había varios
francotiradores que nos tenían controlados, ante esta situación
María me inyecto la vacuna sin ninguna represalia y caí dormido al
instante.
Un
fuerte sonido me despertó, en ese momento un escalofrío recorrió
todo mi cuerpo, no lo podía creer, estaba ocurriendo, nunca me había
planteado ninguna situación parecida.
Rápidamente
salte de mi cama y huí de la habitación, comencé a verlo todo
borroso, noté como poco a poco mi cuerpo se dormía y no pude
reaccionar, toda la rabia acumulada en mi interior me hizo salir de
ese extraño estado de shock y comencé a percibir el estresante
sonido que emiten las sirenas de la policía, entonces me encerré en
el vestidor y en un acto de valentía recurrí a mirarme en el espejo
, no podía creer lo que estaba viendo , una profunda sensación de
satisfacción me lleno por dentro volví a ser normal aunque una
herida muy desagradable en mi costado me hizo dudar sobre si
realmente seguía vivo.
Sin
más dilación agarre una de mis camisas y me hice un torniquete. A
acto seguido escuche otro fuerte sonido y una sensación de fatiga
provoco mi desvanecimiento.
6) PROYECTO: EL LABERINTO DE LAS ALMAS
El
laberinto de las almas
Capítulo
1
La
luz de la luna reflejada en mi medallón era una de las pocas cosas
visibles en la oscuridad de la noche, por lo que era difícil cortar
la carne del lobo que acababa de cazar. Recogí los utensilios
de caza, me eché al hombro una parte de la piel; el resto lo
deseché, no merecía la pena.
Anduve
por las calles oscuras mientras vigilaba mi retaguardia. El candil
que llevaba iluminaba demasiado poco, quizás el hechizo del
ayuntamiento para evitar que se usara magia había causado la niebla,
era más espesa de lo normal. Delante del puente de Orstein había un
árbol; a sus pies se encontraban unas setas. Me acerqué a
observarlas y vi que se trataban de setas rétilas que servían para
crear conjuros de invocación. Cogí las setas ya que podrían darme
un gran beneficio.
Caminando
por las calles me di cuenta de que algunas aceras estaban barnizadas
por algún tipo de magia, pero no le di importancia. Lo más seguro
es que fuera un hechizo anti–ratas debido a que hacía poco tiempo
hubo una plaga a gran escala.
Al
entrar en una calle estrecha al lado de la Plazoleta de las Luces, un
chico de unos 10 años se acercó a mí pidiéndome ayuda. Reconocí
la trampa en seguida. Los ojos del niño estaban parcialmente
ennegrecidos, propios de un hechizo de invocación. Me puse a la
retaguardia, saqué un anti–hechizos, que es un pequeño bote con
un botón encima, y mi pistola. El niño empezó a correr hacia un
portal que apareció tan pronto como el niño chasqueó sus dedos.
Vigilé las demás bocacalles, y de una de ellas apareció un señor
mayor con la mano en llamas. Soltó unas palabras mudas y
seguidamente empecé a notar como mi cuerpo se iba quedando rígido.
Ni siquiera pude usar el anti–hechizo a tiempo; quedé totalmente
paralizado. El hombre mayor extendió una manta por el suelo llena de
cuchillos. Comenzó a entonar unos fonemas sordos de un lenguaje
extraño y los cuchillos se alzaron.
Desperté
en el sofá de una habitación oscura. En una de las puertas de la
habitación se podía observar la luz de la vela del pasillo que
alumbraba la estancia levemente. Había algunas mesas en la
habitación, pero estaban tapadas con sábanas; no había sillas,
solo había un pequeño taburete al lado del sofá. En una de las
esquinas se podía distinguir a una mujer joven, con unos ropajes
antiguos, probablemente de antes de la Constitución Mágica.
– ¿Quién
eres? – pregunté asustado.
– No
importa quién soy. Solo necesitas saber que te he salvado –
respondió.
Su
voz era dulce y melódica; rara, y sorprendentemente perfecta para
mis oídos.
– Has
tenido suerte – volvió a entonar esa voz –, de no ser por mi
puntería habrías muerto.
– ¿Cómo
pudiste salvarme?
–Puntería,
es todo lo que necesitas para parar unos cuchillos; con una pistola
no puedo fallar.
– No
lo entiendo, si las calles están hechizadas por un conjuro
anti–magia, ¿cómo es posible que pudiera utilizar la suya? –
pregunté con curiosidad.
–Un
mago poderoso, ¿por qué crees que tuviste tanta suerte? Además, le
quitaste sus setas rétilas, es normal que te atacara.
– ¿Y
por qué me ayudaste?
– Tu
medallón.
– ¿Qué
pasa con él?
– Está
ligado a tu alma con un potente hechizo. Hubiera sido muy grave que
un mago de tanto poder tuviera en sus manos el control sobre ese
enlace.
– ¿Por
qué?
– Demasiadas
preguntas, eres muy curioso – dijo sonriendo –. Los magos tenéis
demasiada curiosidad, por eso sois tan peligrosos.
– ¿Qué?
No soy un mago – respondí confuso.
– Espera,
eso no tiene sentido. Sé reconocer un mago cuando lo veo.
– Las
personas se equivocan, ¿sabes? – dije con sorna.
– Yo
no – dijo con seriedad y preocupación –. De todas formas tienes
que irte, es tarde. El torneo va a empezar en breve, menos mal que
estamos al lado.
– ¿Cómo
sabes que iba a participar?
– Nadie
sale a la calle en estos días si no es para asistir al torneo.
– Vale,
¿tienes baño?
– Claro,
al fondo del pasillo a la izquierda.
Capítulo
2
Salí
por la puerta trasera ya que era mucho más segura a aquellas horas
de la mañana. Estuve caminando hasta la Plaza del Nigromante, donde
se celebraba el torneo. Observé que algunos magos estaban en la zona
de los espectadores. Quizá más de uno era un infiltrado del
gobierno, Solían estar por ahí por si las cosas llegaban a ponerse
complicadas.
Fui
a la zona de los participantes y apunté mi nombre en la tabla.
Debajo de ellas estaban las normas:
-
No pueden participar magos.
-
No pueden utilizarse armas de fuego
-
Está terminantemente prohibido el uso de cualquier arma con poder mágico.
Después
estaban las normas comunes, pero no había ningún cambio importante
desde la última vez.
Cuando
iba a comenzar me fijé en que vino la mujer que me salvó. Se la
notaba algo preocupada. Subió a la zona de los jueces a hablar con
uno de los ancianos que formaban parte del jurado.
El
árbitro anunció el comienzo del torneo. El primer combate fue
bastante rápido: se enfrentaba el ganador del mes pasado contra un
cazador jóven que no logró pasar de los treinta segundos.
Me
llamaron para participar en el segundo combate. Me enfrentaba a un
herrero con una magnífica espada. Antes de desenvainar la mía,
comprobé el estado de mi armadura. Después levanté la mano en
señal de estar preparado.
El
combate comenzó con el ataque de mi oponente, supe parar el golpe
casi sin dificultad. Mi estrategia en este combate era simple. Su
espada parecía pesada, por lo que esquivar un ataque podría darme
una victoria sencilla. Me defendí un buen rato hasta que vi mi
oportunidad haciendo un amago al atacar. Seguidamente realicé una
tanda de estocadas rápidas, incidiendo en las zonas más difíciles
de alcanzar para él. Como suponía, su espada era pesada: le costaba
bastante moverla para defenderse. No dejé que se repusiera, mis
continuos ataques le agotaban. Mi último ataque fue por la
izquierda. Él había perdido el control de su espada en una defensa
algo tardía. Mi espada rompió su armadura y le hizo una herida en
el brazo.
Sonaron
algunas trompetas de fanfarria y la multitud aplaudió con fuerza.
Rápidamente, los médicos fueron a socorrer al herrero y el árbitro
anunció mi victoria.
Salí
del centro del escenario, fui hasta la zona de los participantes a
reponer mi armadura. Al sentarme se me acercó la mujer que me salvó.
– Has
luchado muy bien – dijo esbozando una sonrisa.
– Gracias,
pero me temo que he luchado contra un contrincante fácil –
respondí.
– No
creas, ese herrero es conocido por sus armas y tiene una academia de
lucha.
– El
problema es que mi siguiente contrincante es hijo del rey del norte.
– Bah,
ese lo único bueno que tiene es su espada: la obtuvo pagándole a
un mercenario para que se la consiguiera – dijo de forma burlesca–.
Además, le he visto luchar; quizá sea mucho más fuerte que ese
herrero pero tú lo eres más. Ánimo – añadió.
–Gracias.
Pronunciaron
mi nombre. Estaba algo nervioso, sabía que algo iba a salir mal,
pero al levantarme y ver a todo el mundo mirándome con mucho interés
me animé.
Mi
siguiente contrincante se llamaba Jack, aunque se le conocía como el
Último Gigante. Se decía que su nombre se debía a que
supuestamente acabó con el gigante de la Montaña Rocablanca que
custodiaba su más preciado tesoro: la Espada Obsidiana.
La
espada obsidiana tenía la capacidad de romper cualquier objeto
hechizado sin importar el poder de protección. Es un arma
legendaria, pero está permitida en este combate, pues no tiene
ningún efecto especial a excepción del anterior.
Al
acercarme al centro de la pista para el saludo cordial entre los
contrincantes, Jack me miró con una sonrisa pícara, deseando acabar
conmigo.
Empezó
el combate y Jack tomó la iniciativa de atacar primero. Defendí tan
perfectamente su estocada que le hice desestabilizarle. Aproveché
para atacar, pero sorprendentemente, tuvo los suficientes reflejos
como para estabilizarse de nuevo y defenderse.
Mi
siguiente estrategia era algo más complicada: Jack era muy insensato
así que buscaría la forma de hacer que me lanzase una poderosa
estocada al costado derecho, pues tenía la certeza de poder parar
cualquier ataque desde ese lado gracias a mis entrenamientos; tendría
que romper mi posición defensiva y acometer contra él, sonaba más
fácil de lo que en realidad era.
Me
lanzó una variedad de ataques poderosos que acabaron por
resquebrajar mi espada. Debía ganar porque mi espada no resistiría
durante más tiempo.
Cambiando
mi posición defensiva, dejé al descubierto mi lado derecho, o eso
era lo que quería que pensase. Cayó en la trampa: atacó en seguida
a mi lado derecho y lo defendí. Tras parar el golpe me abalancé
sobre él. Le pilló por sorpresa.
Asombrosamente
esquivó el filo sin problemas, nadie podría haberlo hecho. Era
rápido. Muy rápido.
Me
puse otra vez a la defensiva y traté de parar algunos golpes más
hasta que mi espada se rompiese. Finalmente mi espada cedió.
Aproveché ese momento para dar una estocada en su costado, pero
volvió a reaccionar de forma inhumana. Su último ataque atravesó
mi pecho.
Un
esplendor proveniente de mí iluminó todo el recinto, cegando al
público. Los grandes ancianos de la zona lanzaron algunos hechizos
para tapar el foco de luz.
Después
me desmayé.
Epílogo
Desperté
en un sofá que me resultaba familiar.
"Voy
a acabar acostumbrándome a esto"
– pensé.
– Segunda
vez que sobrevives a un ataque mortal. Chico, echar la lotería no te
vendría mal – dijo una voz conocida.
– ¿Otra
vez tú? – pregunté.
– Sí.
¿Sabes qué? Tenía razón, eres un mago.
– ¿¡Qué!?
– Que
eres un mago, y de los poderosos. ¿Recuerdas tu medallón, el que
estaba ligado a tu alma?
– Sí,
¿qué pasa con él?
– Absorbía
tus poderes. Cuando la Espada Obsidiana rompió el medallón se
liberó todo tu potencial – dijo riéndose–. ¿De dónde lo
sacaste?
– No
lo recuerdo, siempre lo he llevado puesto – respondí.
– Pues
alguien no quería que fueras mago. Según los ancianos, el medallón
tenía otro hechizo muy potente, a parte de absorber tu poder:
Ocultación. Nunca te lo quitaste porque no podías. Se comunicaba
con tu mente para que no te lo quitases. Sea quien sea quien te lo
puso, se ha estado alimentando de tu poder. Aunque tenemos una ligera
idea de quién puede haber sido.
– ¿Quién?
– pregunté.
– Demasiada
curiosidad, ¿no crees?
8) PROYECTO: FERMÍN
Capítulo
1
(Punto
de vista de Amador)
En
esa mañana lluviosa y fría de enero se oyen ladridos de un perro y
unos pasos aproximándose a la puerta principal de la casa.
En
ese momento, me doy cuenta de que algo no va bien. Miro a mi
alrededor y veo un escenario algo trambólico de una noche de desfase
total a lo película ''Resacón en las Vegas'', tres mujeres sin dar
señales de vida tiradas en mi cama. Lo único que recuerdo fueron
ese par de copas junto a mi compadre Fermín, mi fiel compañero
desde la infancia, en el bar de Mou celebrando mis 20 años.
No
lo encontraba por ninguna parte, sólo veía los deterioros de una
casa destrozada por completo, el timbre de la casa no paraba de sonar
y el perro ladraba. No se que hacer, tengo unas desconocidas en mi
cama, mi teléfono esta K.O y temo que sea alguna de nuestras madres
o parejas. La cabeza me da vueltas, decido ir a lavarme la cara
rápidamente pero me encuentro un panorama fuera de lo normal. Es
nuestro colega Jamones semidesnudo comiéndose muslitos de pollo de
manera ansiosa como si llevase años sin comer.
-
Pero, bueno, tronco, ¿me puedes decir qué haces?
-
Comé o, ¿es que no lo vé pisha? – Hablando con acento andaluz.
-
Vale, vale tío, pero no salgas de aquí.
-
¿Qué ta' pasao' que esta' mellao'?
-
¿Qué dices? ¿qué me estás contando?
Giro
bruscamente la cabeza hacia el espejo y veo mi boca ensangrentada. Me
acerco y veo como me falta media paleta. Empiezo a sentirme mareado y
finalmente me desplomo...
Capítulo
2
(Punto de vista de Fermín)
Viendo algo de manera
distorsionada y todo dándome vueltas, me encuentro flotando con unos
manguitos amarillos con forma de pato y un gorro de paja, en una
piscina hinchable. Saliendo lentamente de la piscina me veo en paños
menores con la piel amarilla como un personaje de los Simpsons. Miro
el escenario en el que me encuentro, hay muchos restos de vehículos
y con mi conocimiento en mecánica sé que estoy en un desgüace,
totalmente inhóspito. Intentando salir de este lugar me encuentro
con un extraño hombre de piel morena, con un bigote muy largo y
ondulado y, un gorro muy grande. Por su aspecto deduzco que es de
origen mexicano.
-
Quillo, ¿me puede' desi qué hago aquí? - Dijo Fermín al extraño.
-
Ándale, el pinche gringo ya se levantó, voy a avisar a Ramíres. Yo que usted me iba sentando donde está. - Con acento mexicano mostrándole un arma de fuego.
-
Venga, vale, pero dile que no tarde al Ramíres ese que estoy desmallao'.
(Llega el Capo Ramíres,
alias “el Topo” rodeado de escoltas armados y coches lujosos).
-
Illo, illo, illo, este tiene pinta de shungo eh... Mejor me voy yendo yo solito pa' la casa y nos dejamos de historias que no está el horno pa' bollos.
-
Tú no te muevas pendejo, no sabes en que lío te has metido.
-
¿Y yo que hesho? No me rayes Pancho Villa que estás pillao'.
-
¿A qué bobo se le ocurre meterse con la mujer del Capo Ramírez? El narco más conocido de todo México.
-
¿México? ¿Dónde vaaaa loco? ¿Y de qué muje' hablas tuu?- dijo Fermín en estado de shock.
-
La Rubí, la mujer más bella de México wey ¿es que todavía no sabes ni dónde estás parado? - Le respondió el hombre a carcajadas.
-
Pues no, no se ni dónde estoy y encima tu no me dise na pisha... Ogg.
-
Usted está en México secuestrado por el Cartel de Sinaloa.
-
Ojú... - Con la cara pálida.
Sintiéndome muy nervioso,
veo que el extraño se levanta dirigiéndose hacia mí. Me asusto y
reacciono propiciándole una patada rápida en la espinilla. Estando
el hombre dolorido y algo confuso me veo con la oportunidad de salir
corriendo y escapar, en lo que escucho un disparo y me lanzo al suelo
enseguida.
Ya en el suelo, el extraño
me alcanza dándome una serie de puñetazos y patadas por todo el
cuerpo hasta dejarme finalmente inconsciente.
Capítulo
3
(Punto de vista de Amador)
Cansado de levantarme tantas
veces sin recordar nada, sin poder abrir los ojos, noto cómo me
agarraron mi mano con afecto. Escuchaba a lo lejos voces que me
resultaban muy familiares pero no lograba asociarlas a nadie. Tampoco
podía articular palabra ni moverme, estaba completamente paralizado
como si de un vegetal se tratase. Pasaban los días como años y yo
seguía en aquel habitáculo, frío, sin saber dónde estaba y sin
poder despertarme de aquel amargo e impotente estado.
Un día más, me levanté de
la cama, algo raro me pasaba. Notando un molesto picor en uno de los
orificios de la nariz tuve un acto reflejo rascándome con mi mano
derecha. Sin darme cuenta, había sido capaz de mover mi mano, algo
que no lograba hacer desde hace muchos días..
Tras esto, abrí los ojos
desesperadamente, con la vista nublada tras la larga temporada
dormido, empiezo a gritar para que viniera alguien a explicarme todo.
-
¡Eeeeeeeh! ¿Hay alguien ahí? ¡Socoooooooorroooooo!
-
¡Calla estúpido! Que viene “la Cuchillos”. - Saltó una mujer con media cara quemada.
-
¡Ay mai! Que fea... ¿Y tu quién eres?
-
Yo Violeta. Tú, violeto recién llegado al planeta de los Jupiteños, ¿qué haces aquí?
-
Pues yo que sé, me acabo de levantar, eso quiero que me expliques tu loca.
-
Otro igual..., ¡qué yo no estoy loca! A parte todo el mundo me teme, ¿cómo te atreves a decirme eso en mi planeta?
-
Después dice que no está loca... - Susurra Amador - ¿Qué dónde estoy, ostias? Que planeta ni planeta, loca que estás loca.
-
Mira a mí no me vaciles eh, te lo digo. ¿Quieres irte de aquí? Pues vete.
-
¿Y cómo me voy?
-
Pues por la pueeeerta – Alejándose poco a poco hasta que desaparece por el conducto de ventilación.
-
¡Oye, tú! 'Pera, 'pera que voy pa' allá.
Conseguí escapar de aquel
manicomio en el que me encontraba a través del conducto de
ventilación gracias a Violeta.
Capítulo
4
Comencé a reincorporarme en
la sociedad trabajando con Violeta en el negocio de su hermano,
Antonio Recio, algo loco y tacaño. Trabajaba 12 horas al día de
pescadero en su pescadería por apenas 2750 pesetas.
El primer día de trabajo me
puse a leer el periódico ya que no venía ningún cliente y violeta
no paraba de hablarle a su amigo invisible. En la portada salía un
título en el que decía: “Se buscan a estos dos jóvenes de origen
marbellí desaparecidos hace 2 semanas” y una foto mía y de mi
compadre Fermín. Me asusté mucho y decidí ir a casa de mi madre
para detener toda la polémica y supiese que estaba bien.
Ya en la calle de mi casa veo
todo rodeado por un cordón policial. Parecía de película. Muchos
coches policiales, una ambulancia y muchos medios informativos
grabándolo todo. Entré por la puerta trasera de la urbanización
para no armar un alboroto. Afuera, en la puerta, me detiene al paso
un policía preguntandome quien era yo. Enseguida se percató de que
yo era uno de los desaparecidos por la cual se había montado toda la
investigación.
Entramos a la casa. Estaba
todo al estilo C.S.I con la policía cogiendo huellas y demás. Mi
madre bajó corriendo las escaleras y entre lágrimas me abrazó.
-
No entiendo nada. - Me dijo mi madre.
-
Lo sé mamá, yo tampoco. ¿Dónde está Fermín?
-
La policía está en ello, parece ser que lo han secuestrado.
En ese momento sentí como un
escalofrío helado recorrió todo mi cuerpo y no podía reaccionar.
-
No te preocupes hijo, la policía está en ello y han hecho grandes avances desde entonces.
-
Pero, pero...
-
Ya esta hijo, tumbate en tu cuarto y descansa. Por cierto, me habéis dejado la casa hecha un asco y esto no quedará así.
-
Puf, lo siento. No se que nos pasó.
Me acerqué a un policía el
cual, parecía ser el jefe de la investigación y le pedí que me
pusiera al día con el paradero de Fermín.
-
Fermín Trujillo ha sido secuestrado por un cartel mexicano. - Me dijo.
-
Pero que dices chalao'. ¿Dónde está mi colegaso? ¡¡Que os mato a to's!!
-
Relajate, ya le hemos localizado en un desguace abandonado al norte de la cuidad de México.
-
¿Y cuándo pensáis ir a rescatarle?
-
No es tan fácil, llevamos esperando una semana a que nos llamen para una negociación.
-
¿Qué negociación? Hay que ir a rescatarle y hacer justicia con toda esa calaña.
-
De eso nada, allí las cosas no son como aquí. Son gente peligrosa, armada y no les tiembla el pulso a la hora de asesinar a alguien.
-
Ay mai, mi compadre que me lo van a matar...
CAPÍTULO
5
Pasaron años y la policía
abandonó el caso por falta de medios para realizar algún intento de
rescate o de investigación internacional.
Yo núnca me rendí, recaudé
dinero en varios trabajos para viajar a México y poder resolverlo
por mi cuenta. Cumplidos los 30, viajé a México con el deseo de
conocer y encontrar a mi compadre. Empecé buscando por pequeños
pueblos de los alrededores y a los dos meses sin ningún resultado
positivo decidí ir a la ciudad.
Una mañana desayunando en
una cafetería, me puse a leer los periódicos y vi en un titular la
foto de una familia, al parecer, de origen mexicana, nombrada como la
familia mexicana más cotizada. Se llamaba “la familia Trujillo”.
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