1. Definición y términos. Diferencias entre novela gráfica y cómic.

  DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

    Podemos relacionar el inicio de la novela gráfica con la publicación en 1833 de las Historias en estampas, de Rodolphe Topffer.
   Consistían en crear una historia a partir de una imagen acompañada de un texto, es decir, una historieta.
   Esta historieta cuenta la historia de Monsieur Jabot en una fiesta de de clase alta cuando están bailando "la galope", danza caracterizada por realizarse de manera veloz.




     ¿Pero cómo podemos definir el término novela gráfica? Para empezar si hablamos de novela damos por hecho que existe un narrador que cuenta una historia en la que están presentes todos los elementos que la caracterizan, si nos fijamos en la ilustración, comprobamos que así es.
     Y por otro lado, la definimos como "gráfica", es decir, el formato visual debe estar presente, es decir, el texto forma una unidad de significación completa junto con la imagen.
    Con lo que novela gráfica se puede entender como aquella historia que es contada a través de las imágenes.
    La definición de novela gráfica podría ser esta:  término que se usa para definir un nuevo tipo de historieta dirigida a un público maduro, que posee un formato de libro, pertenece generalmente a un único autor, relata una historia prolongada y posee una elevada aspiración literaria.
   Si quieres ampliar este concepto y ver algunos ejemplos, pulsa este enlace.

   En cambio, un cómic, es una historieta, como la presentada en la imagen que se desarrolla publicada en series.
   La diferencia radicaría en que un cómic es concebido como una historieta en episodios y la novela gráfica comprende las mismas características que la novela narrativa, en su idea de obra total, solo que es sustentada por imágenes.
   En este enlace se analizan detalladamente las diferencias.

   Si con esta aclaración quedan definidas las diferencias entre uno y otro género, conviene ver algunos ejemplos de novela gráfica.
  Consulta estos dos enlaces:

LAS 25 MEJORES NOVELAS GRÁFICAS.

LAS NOVELAS GRÁFICAS QUE UNO DEBE LEER ANTES DE MORIR.

   Muchas de estas novelas gráficas son muy famosas, ¿pero te gustaría conocer quién es su genio creador? En este enlace puedes conocerlos y saber algo de sus extraordinarias biografías.
  Creadores de novela gráfica.

PRIMERAS OBRAS

   Se dice que la primera novela gráfica considerada como tal es A contract with God, de 1978, escrita por Will Eisner. Sin embargo, ya en la Europa del siglo XV y XVI existían libros ilustrados que narraban una historia, especialmente, historias religiosas, como la Biblia Paurperum.


   
   Otros libros con historias ilustradas de los siglos XVII y XVIII, pero no fue hasta el siglo XIX donde encontramos algo parecido a las novelas gráficas de hoy en obras que adaptaron novelas narrativas como: Buffalo Bill Picture Stories, 1809, o The merry adventures de Robin Hood, de 1883. Y posteriormente, God's man, de Lynd Ward en 1929.

   Aquí teneis unas imágenes:




 
   En España, también tenemos nuestros primeras historietas ilustradas: Granizada, creada por Apeles Mestre en 1881, realmente es una antología de sus historietas.




6. Técnicas de creación literaria. Actividades.

   Con el fin de que puedas enfrentarte al hecho de crear un texto narrativo de forma más sencilla, aquí tienes una serie de actividades que te pueden servir como base para tu proyecto final, o convertirse en tu proyecto final definitivo.

   No tienes que hacerlas todas, léelas, practícalas y elige cuál puede ser tu creación para este taller.

ACTIVIDAD 1: ESCRIBIR DESDE EL FINAL

   Esta actividad consiste en preparar un final impactante para la historia y empezar a construirla a partir de ahí.
   Por ejemplo, fíjate en este texto de Jorge Luis Borges, comienza con un final que luego poco a poco se va aclarando hasta que todo acaba teniendo sentido en la última palabra del texto.

   "Tantos años huyendo y esperando y ahora el enemigo estaba en mi casa. Mi ansiedad lo había imaginado muchas veces... (Continúa, pulsando aquí)."

 Ponte a escribir: Escoge un hecho sorprendente para el final de tu relato, como por ejemplo: "El día de su cumpleaños Fernando tira su bicicleta por un acantilado..." 
   Luego imagina las cosas que han pasado antes para que eso llegue a ocurrir. Inventa escenas, personajes y diálogos que hagan creíble ese final.
   Por último, ponte a escribir, pero en orden cronológico. Tú ya conoces el final, pero los lectores solo deben descubrirlo al terminar la lectura. 
   Los lectores deben seguir la historia con naturalidad, pero al acabar deben coincidir contigo y comprender la actitud de Fernando cuando, al final de la historia, tira su bicicleta por un acantilado.

ACTIVIDAD 2: EL BINOMIO FANTÁSTICO

   Para esta actividad necesitas un diccionario en formato de papel, consiste en lo siguiente:
   Se buscan al azar dos palabras en el diccionario, anótalas y a partir de ahí deja que nazca una historia.
   No trates de encajar esas dos palabras en una misma oración, sino crea una historia donde esas palabras sean asociadas.
   Es conveniente que las palabras que elijas sean dos palabras de significado intenso, no abstracto y distantes en sus significados.
   Tal ves el primer intento no funcione y haya que repetirlo, pero, una vez constituido el binomio no lo abandones, déjate llevar por él hasta donde tu imaginación te permita hacerlo.

   El escritor Bernardo Atxaga nos cuenta que en uno de los relatos recogidos en su libro Obabakoak siguió este sistema con el fin de escribir un cuento en cinco minutos. Para ello solo precisó un reloj de arena (vale uno digital) de cinco minutos de duración. Luego buscó en un diccionario dos palabras al azar, que fueron "red" y "manos" y a partir de ahí, comenzó la historia.

   "Sí, me cubrí el rostro con esta tupida red el día en que se me quemaron las manos. La gente sentía piedad por mí. Sentía piedad, sobre todo, porque pensaba que también mi cara había resultado quemada; y yo estaba segura de que el secreto me hacía superior a todos ellos, de que así burlaba su morbosidad.
   Saben que yo era una mujer hermosa y que doce hombres me enviaban flores cada día. Uno de esos hombres se quemó la cara pensando que así ambos estaríamos en las mismas condiciones, en idéntica y dolorosa situación. Me escribió una carta diciéndome, ahora somos iguales, toma mi actitud como una prueba de amor.
   Lloré amargamente durante muchas noches. Lloré por mi orgullo y por la humildad de mi amante; pensé que, en justa correspondencia, yo debía hacer lo mismo que él: quemarme la cara. Si dejé de hacerlo no fue por el sufrimiento físico ni por ningún otro temor, sino porque comprendí que una relación amorosa que empezara con esa fuerza habría de tener, necesariamente, una continuación mucho más prosaica. Por otro lado, no podía permitir que él conociera mi secreto, hubiera sido demasiado cruel. Por eso he ido esta noche a su casa. También él se cubría con un velo. Le he ofrecido mis pechos y nos hemos amado en silencio; era feliz cuando le clavé este cuchillo en el corazón. Y ahora sólo me queda llorar por mi mala suerte."
 
 Ponte a escribir... Ya sabes, busca dos palabras, mejor que sean sustantivos concretos escogidos al azar, que sean de dos conceptos completamente ajenos, que no pertenezcan al mismo campo semántico.
   Si te cuesta utilizarlas juntas, estudia varias posibilidades de relación entre esas dos palabras y únelas a través de las preposiciones. 
   Escoge la que más te guste y escribe un relato a partir de ese binomio. Consejo: huye de lo fácil y previsible.

ACTIVIDAD 3: TÉCNICA DE ESCRITURA AUTOMÁTICA


   André Bretón, surrealista francés, es el inventor de esta técnica.: la escritura automática, que consiste en transmitir tal cual surgen las ideas en la mente, sin reflexionarlas y sin tener un tema preciso y plasmarlas directamente en un texto.
   Estas frases o ideas proceden directamente del subconsciente y no tienen por qué tener coherencia lógica entre sí.
  La finalidad de esta técnica es transmitir el dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón y fuera de toda preocupación estética o moral. Es decir, realizar una auténtica fotografía del pensamiento. 
   Esta técnica es arriesgada porque expones mucho de tu mundo interior a los lectores, pero puedes, una vez ejecutada, autocensurarla, es decir, modificarla después de haberla escrito, añadiendo detalles, eliminando lo que no creas que es interesante y darle forma de texto narrativo en forma de monólogo interior.
   Este ejemplo que te mostramos trata de reproducir el funcionamiento del cerebro combinando dos voces narrativas en 1ª y 2ª persona,  pero ha sido corregido y adaptado por el autor, pertenece al libro Tiempo de silencio, cuyo autor es Luis Martín Santos.

    "Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo ya la maté. ¿Por qué? ¿Por qué?Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no fui.
   No pensar. No pensar. No pienses. No pienses en nada. Tranquilo, estoy tranquilo. No me pasa nada. Estoy tranquilo así. Me quedo así quieto. Estoy esperando. No tengo que pensar. No me pasa nada. Estoy tranquilo, el tiempo pasa y yo estoy tranquilo porque no pienso en nada. Es cuestión de aprender a no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de hacer que tú quieras hacer porque tu libertad sigue existiendo también ahora. Eres un ser libre para dibujar cualquier dibujo o bien para hacer una raya cada día que vaya pasando como han hecho otros, y cada siete días una raya más larga, porque eres libre de hacer las rayas todo lo largas que quieras y nadie te lo puede impedir."

Ponte a escribir... Prueba a dejar que tu pensamiento se refleje en un papel, sin miedo a lo que puedas decir, sin censura. Escoge un sitio cómodo y deja que el bolígrafo se delice sobre el folio. Escribe, escribe sin pararte a pensar. 
   Ayúdate de un cronómetro si quieres y deja de escribir cuando pasen tres minutos. Luego lee lo que has escrito. 
   Si crees que es material suficiente para comenzar una historia, hazlo, parte de tu propio pensamiento.
  Si lo que relees no te ha gustado, prueba a modificarlo algo, intenta seguir el modelo de un monólogo interior, esta vez controlado por tu mente, intenta reproducir el proceso del pensamiento, las incoherencias, repeticiones, sus obsesiones, ... como hablar solo en voz alta. 
   Métete en la piel de un loco en una celda, o un actor ensayando en su camerino.
  Busca cuatro o cinco obsesiones a las que volver una y otra vez y escribe en primera persona.

   Consejos:
  • No expliques por qué escribes esto o aquello. 
  • Procura reflejar el caos del pensamiento y no ser demasiado comprensible. 
  • Relájate, por la mente en blanco, déjate invadir por cualquier tipo de pensamiento, saltando de uno a otro, e intenta plasmar ese caos en el papel. 
  • No te preocupes por construir frases enteras y que se entiendan. 
  • No intentes explicar lo que escribes. 
  • No seas coherente. 
  • Y, por esta vez, ni siquiera respetes las leyes de la sintaxis.  
ACTIVIDAD 4: LAS CONSTELACIONES DE PALABRAS
  
 Las constelaciones de palabras es un método para ayudarte en tu proceso de creación, consiste en relacionar palabras con sensaciones que te permitan situarte en el espacio de tu historia.
   ¿Cómo hacerlo? 

   Ponte a escribir... Sigue estas sencillas instrucciones:
  • Escribe en el centro de una hoja en blanco un tema con el que quieras trabajar. Por ejemplo: un concierto de Joaquín Sabina.
  • Rodéalo con un círculo.
  • Haz otro círculo concéntrico un poco más grande que englobe al primero y divide el anillo en cinco sectores.
  • En cada sector escribe sucesivamente: vista, oído, olfato, tacto y gusto.
  • Escribe las sensaciones perceptibles con cada uno de los sentidos que se pueden captar en el concierto de Sabina. (olfato: el perfume de Cecilia, el humo del tabaco...)
   No basta con nombrar los espacios o con describir los comportamientos, hay que buscar la sinestesia (figura retórica que consiste en mezclar los sentidos por los que es percibida la realidad. Por ejemplo, "color chillón", mezcla la vista y el oído) y atreverse a unir las sensaciones, aunque procedan de diferentes sentidos. 
   Con todos estos datos  ya puedes construir una escena o una historia bien ambientada en un espacio definido. 

 ACTIVIDAD 5: EL PLAGIO CREATIVO

   Esta técnica consiste en elegir un cuento tradicional, el que más te gustó de pequeño y llevarlo a la sociedad de hoy, es decir, se trata de actualizar el cuento.
   Esta técnica en el cine es muy utilizada, pero se llaman versiones, se hace una revisión de la historia de Romeo y Julieta y se filma la película de Romeo debe morir.
   O la versión que interpreta Leonardo Dicaprio en Romeo + Juliet, en la que se cuenta la historia de dos jóvenes enamorados en Verona Beach, en un intento de dar un nuevo marco modernizado a la historia, ya que esta se sitúa en la época en la cual se estrenó (1996). Así se sustituyen espadas por pistolas, y los hombres de las familias enfrentadas, los Capuleto y los Montesco son importantes hombres de negocios.
   Si Caperucita Roja viviera aquí en España y en esta época, probablemente en lugar de la capa llevaría una sudadera de una marca de deportes conocida que le habría regalado su abuelita por su cumple y en vez de llevar una cestita con comida, llevaría una mochila, o una bolsa de Mercadona. Quizá el Lobo no fuera un animal, si no un chico con problemas de compañías poco recomendables que lo que quiere es llegar antes que Caperucita a casa de abuelita para robarle y poder pagar así sus adicciones... 
  Tienes el argumento, los personajes, el espacio, el tiempo para que puedas modificarlos a tu antojo, ¡personaliza tu cuento infantil favorito!
ACTIVIDAD 6: EL DIARIO ÍNTIMO

   La escritura de un diario, más o menos ajustado a la verdad es un buen ejercicio para crear un texto narrativo.
   Primero has de inventar un personaje, luego debes meterte en la piel del personaje y escribir en primera persona los hechos que este lleve a cabo, sus sentimientos, deseos y miedos.
   Cuanto más extraño a nuestra realidad sea el personaje más llamativas serán sus historias. Por ejemplo, en la obra Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza, quien escribe el diario es un extraterrestre que ha llegado a la Tierra en la época en la que se preparan los juegos olímpicos de Barcelona'92 para buscar a su compañero extraterrestre que se esconde en la ciudad metamorfoseado en la figura de la cantante Marta Sánchez.
   El formato del relato de un diario dividido por horas o días permite una gran flexibilidad a la hora de narrar la historia, puesto que la trama no está condicionada por una sucesión lógica de capítulos, sino que cuando nos apetezca podemos cortar la narración, cambiar de tema, presentar otros hechos, hablar de otros sentimientos.

   Ponte a escribir... Haz la prueba. Escribe un diario durante una semana, no es necesario que escribas mucho cada día, solo lo que se te vaya ocurriendo, puedes incluir poemas, fragmentos de canciones, ideas sueltas, algún dibujo, solo palabras sueltas, una conversación que hayas tenido, alguna descripción de un lugar especial... Cualquier cosa que consideres interesante para molestarte en ponerla por escrito.

   Una vez que hayas completado durante siete días tu diario, reléelo y piensa cómo podrías adaptarlo a tu trabajo de creación. Modifícalo a tu gusto, añade detalles que consideres que enriquecen el texto, cambia lugares y personajes, de tal manera que crees un nuevo diario partiendo de tu experiencia personal que resulte sorprenderte.
   Otra opción que podrías considerar es crear un diario con lo que te gustaría que realmente te hubiera pasado en esa semana que has llevado en el diario. ¡Prueba a contar cómo ha sido la semana de tus sueños!

ACTIVIDAD 7: EL PRIMER PÁRRAFO

   Seguramente, la parte más difícil a la hora de crear un texto narrativo sea el primer párrafo de nuestra historia, es decir, enfrentarnos al pánico de la hoja en blanco.
   Para evitarlo, podemos usar un truco y consistiría en elegir al azar, o con intención, un párrafo de otra novela, de una canción, una cita famosa, un refrán, cualquier texto que nos sirva de motivación para desarrollar nuestra historia.
  Lo copiamos al principio de nuestro relato, de manera entrecomillada, y seguimos nuestra historia a partir de ahí.
   ¿Qué ventajas tiene copiar el primer párrafo? Por un lado, ya tenemos las primeras líneas de nuestro relato escritas y, por otro, sabemos que nuestro principio es bueno, porque las frases que hemos elegido son perfectas para arrancar una historia.
   Muchas novelas comienzan con un primer párrafo magnífica, pero luego el interés por la trama va decayendo. Sin embargo, otras consiguen mantener la tensión y el interés desde el primer párrafo hasta el final.
  Fíjate en estos inicios de novela:


Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada.

Charles Dickens, Historia de dos ciudades (Libro primero, Capítulo I: La época) 


Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta”.
Lolita, Vladimir Nabokov.
Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: ‘Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias’. Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer”.
El extranjero, Albert Camus.
Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”.

La metamorfosis, Franz Kafka.

   Para leer más inicios de novelas puedes consultar este enlace.






5. Subgéneros narrativos: la transgresión del género.

  La primera transgresión que puede acometerse contra la novela tradicional es romper el principio de que toda novela es ficcional. De hecho, un gran número de autores escriben sus obras mezclando la realidad y la ficción de tal manera que se hace imposible distinguir hasta qué punto la obra es autobiográfica o hasta que punto es inventada.
   Ejemplos de este tipo de obras son Regresar a lugares donde no estuvimos: memorias de ficción, de César Antonio Molina, o Relatos reales, de Javier Cercas.

   Otros autores prefieren romper el orden cronológico de la estructura, de tal manera que la sucesión de capítulos se convierte en un cuadro desfragmentado e inconexo de la historia principal. Los capítulos son independientes en su significado, es decir, no necesitan tener continuidad en los capítulos anteriores o posteriores para tener sentido por sí mismos.
   Esta técnica desfragmentada la encontramos en Rayuela, de Julio Cortázar. En esta obra el lector puede empezar por el número del capítulo que prefiera, seguir el orden propuesto por el autor, o leer la obra siguiendo un orden consecutivo de los capítulos.
   En Nocilla Dream, de Agustín Fernández Mallo, la historia es la suma de capítulos muy cortos redactados en formatos y voces muy diferentes que intentan dar voz a los dueños que olvidaron unos zapatos colgados en un árbol en mitad del desierto de Arizona.

   Como también hay obras literarias donde no hay ningún personaje que protagonice la historia, como en  Finnegans Wake, de James Joyce, novela circular (el principio continúa en el final y el final enlaza con el principio), cuya complejidad radica en el lenguaje y en la ausencia de trama. Lo que ocurre es contado a través de una carta, o descrito sin que intervenga un personaje.

   Por tanto, la novela puede ser novela aun sin contar con los elementos narrativos que la configuran como tal, así pues, elige el género que vaya mejor con tu personalidad y lánzate.

4. Los géneros narrativos: microrrelato-cuento-novela corta-novela.


   Ya hemos visto los elementos que son necesarios a la hora de crear un relato, sin embargo, conviene saber qué extensión puedes darle a ese relato.

   Ahora debemos distinguir algunos géneros según su extensión, porque cada uno de ellos implica una serie de características que debes tener en cuenta a la hora de escribir.

   Si eliges una novela, debes saber que se trata del género más extenso. Debes tomarte entonces la tarea de escribir con mucha paciencia, pensar que es una carrera de fondo a la que debes dedicar un tiempo considerable a la planificación.

1.- Por ello, el consejo que has de seguir para este género es la realización de un guion previo al momento de la escritura. 

2.- En ese guion debes anotar el número de capítulos, si puedes añade ya el título. Anota también brevemente el argumento de ese capítulo, o a grandes rasgos qué va a ocurrir. 
3.- Procura que los capítulos contengan un giro inesperado para la historia, o resulten sorprendentes de algún modo, de lo contrario, descártalos porque solo harán que la novela resulte larga y pesada.

4.- Añade también información relevante sobre los personajes, paisajes, biografías, así darás profundidad a tu personaje y al espacio que ocupa. Algunos escritores prefieren añadir información extra, "digresiones", que en principio no tienen que ver con la historia, pero al final de la novela cobra sentido.
   Por ejemplo, en American Psycho , obra de Bret Easton Ellis, la historia del asesino psicópata se ve interrumpida por descripciones  sobre cantantes famosos, su biografía y discografía. Estos datos aparentemente sin relación con la trama de los asesinatos, al final, describen al personaje que mata puesto que es la música que escucha y condiciona su personalidad.

   Si no quieres dedicarle tanto tiempo, pero te gusta escribir un formato intermedio entre el relato y la novela es la novela corta.
   Los especialistas no se ponen de acuerdo en el número de páginas que esta debe tener, pero el límite estaría entre unas 80 o 100 páginas.
   Para ello, deberías seguir los consejos dados para la novela pero omite el apartado de las digresiones, que añadiría páginas a tu novela sin que se pierda información relevante para el desarrollo de la trama.

   Quizás con el formato que te sientas más cómodo sea el cuento, pues desde tu más tierna infancia has estado en contacto con ellos. Sin embargo, escribir un buen cuento no es fácil, puesto que la acción es realmente lo más importante y la descripción de los personajes suele ser irrelevante.
   El cuento debe ser breve, simple e intenso.

1.- Recuerda que la acción en el cuento debe ser trepidante, el clímax, es decir, el punto álgido de la acción que desemboca en el desenlace debe producirse de súbito, con sorpresa con el fin de dejar al lector al final del cuento sin aliento.

2.- No obstante, también puedes escribir al estilo clásico y respetar las tres partes de la estructura narrativa de planteamiento-nudo-desenlace y así evitar la presión por hacer un cuento con final inesperado.

3.- Los personajes que el cuento pueden ser planos o redondos, pero si quieres que el relato sea rápido, elige mejor los planos, así no ralentizarás la historia con sus descripciones.

4.- Detenerte en el elemento narrativo del espacio tampoco es necesario, a no ser que el protagonista de la historia sea el mismo espacio.
   En la obra, Los pasos perdidos de Alejo Carpentier, el verdadero protagonista es la selva que acaba actuando como un personaje de carne y hueso.

   Si quieres inspirarte en algún escritor especialista en cuentos, revisa las obras de Edgar Allan Poe, o Jorge Luis Borges. En ellos encontrarás las características explicadas para que tu cuento sea redondo.

   El género perfecto para aquellos que no quieren extenderse demasiado en la narración es el microrrelato. El microrrelato es una construcción literaria narrativa distinta de la novela o el cuento. Es la denominación más usada para un conjunto de obras diversas cuya principal característica es la brevedad de su contenido. El microrrelato también es llamado microcuento, minificción, microficción, cuento brevísimo, minicuento, etcétera.
   Para ampliar información sobre cómo escribir un microrrelato, consulta este enlace.

   El microrrelato más corto de la historia de la literatura y recogido en el Libro Guiness de los Récords fue escrito por Augusto Monterroso y contiene solo siete palabras, se titula "El dinosaurio":
"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí."

   Con estas explicaciones sobre los géneros ya puedes elegir el que encaje mejor con la historia que has elegido crear. ¡Este paso está dado!